Son prácticamente las dos del mediodía, cuando Joan Tardà, el Mick Jagger del independentismo catalán y del republicanismo, cruza las puertas del Círculo Ecuestre. Unas puertas que ERC nunca había cruzado hasta hoy, aunque desde el club puntualizan que siempre los habían invitado a participar de las comidas-coloquio que celebran con todos el candidatos a unas elecciones. 

ERC sabe que juega fuera de casa, por eso quizás la elección de Joan Tardà no es casual. Acostumbrado a torear en plazas poco cómplices, como el Congreso de los Diputados, como mínimo al republicano engancha, se hace escuchar y la gente lo respeta, aunque sus ideas, sobre todo las independentistas, no sean del todo bien recibidas entre una parte de los empresarios catalanes. Cuando menos este extremo ha quedado bastante evidente entre algunos de los asistentes, con los cuales hoy ha compartido comida y alguno que otro reproche. 

Tardà no se hombre de corbata. Hoy ha sido la segunda vez en su vida que se la ha puesto, pero ha durado poco. En el atril ya iba descamisado, señal de que estaba dispuesto a darlo todo y a dejar las cosas bien claras a la burguesía catalana. El republicano negaba estar nervioso, pero la pierna por debajo de los manteles le temblaba como nunca. El objetivo del republicano era claro: explicar en el selecto mundo empresarial de Círculo que la República catalana no tiene marcha atrás, siempre que la ciudadanía catalana así lo quiera. "La democracia manda", ha defendido el republicano. Una afirmación que no ha convencido a todo el mundo, que lo escuchaba atentamente y decía que no con la cabeza. "Con vosotros ni agua, soy catalán y español", susurraba por debajo de la nariz uno de los presentes. 

A Tardà tampoco le ha temblado el pulso a la hora de criticar una parte de la burguesía catalana, en concreto a aquellos que creen que es "buen negocio pagar salarios bajos" porque "si pagas con cacahuetes al final tendrás monos".  Afirmación que ha sacado de quicio al mismo empresario que se siente catalán y español. "No somos negreros", le ha replicado después en el turno de preguntas. Tardà ha lanzado críticas hacia el "capitalismo especulativo" y "la oligarquía del BOE", y ha emplazado a la burguesía catalana a apostar por la economía productiva y a no observar los cambios que se producen a la sociedad catalana y la apuesta por un Estado independiente "desde la barrera", como ha hecho hasta ahora en su opinión la burguesía, y en especial durante la crisis y "el hundimiento del estado social".