La presión sobre Esquerra Republicana empieza a asfixiar. A la gestión de la pandemia y las pugnas constantes con los socios de Govern se añade ahora el revés judicial del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya contra el decreto de desconvocatoria de elecciones que firmó el vicepresident y candidato de ERC, Pere Aragonès.

La portavoz del partido ha sido la primera de reaccionar, señalando directamente a los socialistas catalanes como los responsables de la resolución -provisional- del tribunal. "El PSC apunta, la Moncloa maniobra y la justicia ejecuta", ha denunciado a Marta Vilalta. Al mismo tiempo, se ha dirigido al ministro de Sanidad y cabeza de lista del PSC a las elecciones, Salvador Illa. "Felicidades, ya tienes lo que querías", ha afirmado. Y ha acabado con una advertencia, que es que "en las urnas, cuando sean las elecciones" ERC no dejará que se salga con la suya.

"Uno nuevo 155"

Justo hace 24 horas que los de Junqueras denunciaban públicamente una campaña orquestada por los socialistas para volver a intervenir a la Generalitat por la puerta de atrás. Instantes después del dictamen del TSJC, el líder de los republicanos se ha referido sin tapujos desde la cárcel de Lledoners. "Estamos ante un nuevo 155 encubierto", ha sentenciado. Y, en la misma línea que Vilalta, ha focalizado las críticas contra Salvador Illa, el ministro de Sanidad y candidato del PSC. Le ha pedido que elija entre "poner por delante la salud o los cálculos electorales". 

La actitud de los socialistas catalanes contra el aplazamiento de las elecciones catalanas, acordado entre el Govern y la mayoría de partidos con representación en el Parlamento —todos excepto el PSC—, ha enervado ERC, que sospecha que el gobierno de Pedro Sánchez "está maniobrando para interferir" en las elecciones catalanas, como pasó con el 155, presionando determinados actores de su entorno para evitar el aplazamiento por la vía judicial.

Entre los partidos que han impugnado el decreto de aplazamiento hay dos que son muy próximos al PSC. El uno, la Liga Democrática, el otro, Federalistes de Esquerres. Según ERC, "hacen el trabajo sucio al PSC".