Dos hienas macho juguetean, resignadas, dentro de la parcela amurallada donde las han condenado a vivir. Sueñan libertad, pero no tienen claro cómo conseguirla. La estampa del Zoo de Barcelona que contemplamos por el ventanal de la sala anexa al despacho del presidente del Parlament es la metáfora perfecta de los últimos años vividos por el independentismo. Roger Torrent (Sarrià de Ter, 1979) recibe a ElNacional.cat en el ala presidencial del edificio donde, tras tres años de intensa actividad, parece haberse detenido el tiempo. El 21 de diciembre se disolvió la cámara. En el horizonte, unas elecciones convocadas para el 14 de febrero que, vistos los indicadores sanitarios que marcan la evolución de la pandemia, cada vez tienen más números de posponerse. Del Covid, pero sobre todo de política, conversamos con el presidente más joven de la historia del Parlament. Un paso, admite, forzado por la represión del Estado. La legislatura que él ha comandado empezaba con el levantamiento del 155 y acaba con una crisis sanitaria, social y política. Por medio, la sentencia del 1-O, la revuelta de Urquinaona y la inhabilitación del president de la Generalitat.

Roger Torrent ERC - Sergi Alcazar

Foto: Sergi Alcàzar

¿Se ha quitado un peso del encima con la disolución del Parlament?
No, un peso del encima no. Acabo con la sensación de haber hecho trabajado esta legislatura. Ha sido un honor ser presidente del Parlament en unos tiempos muy difíciles, con una situación de judicialización permanente de la vida política. Hemos tenido ejemplos por todas partes, pero especialmente en el Parlament, con una legislatura presidida por la represión por parte del Estado. Acabamos esta etapa habiendo vuelto a poner al servicio de la ciudadanía de este país el Parlament. Recuperamos la institución después del 155. Por lo tanto, hemos recuperado la institución para poder generar las instrumentos que permitan ayudar a aquellos más vulnerables. Ahora ha llegado el momento de confrontar proyectos y poner las propuestas sobre la mesa. Tenemos que debatir y dialogar mucho durante la campaña para construir unas bases nuevas para la próxima legislatura, con unos cimientos diferentes. Durante la próxima legislatura creo que el Parlament tiene que ser el epicentro de todos los debates políticos de esta reconstrucción de país. Tenemos que definir la Catalunya que viene, la Catalunya post-Covid. Aquí se tiene que poder hablar de todo hasta las últimas consecuencias, aunque signifique querellas y persecución judicial como hemos tenido durante esta legislatura. Pero todos los debates se han podido hacer en el Parlament y debe seguir siendo así.

Ya no habla propiamente de independencia...
Por supuesto que hablo de independencia, siempre hablo independencia.

Somos independentistas no por una cuestión simbólica, identitaria, de banderas, sino porque pensamos que teniendo una República tendremos las mejores herramientas para responder las demandas sociales de los ciudadanos y mejorar sus condiciones materiales de vida

Quiero decir que pone el foco en reconstruir la Catalunya de la era post-Covid, no en la independencia. ¿La pandemia obliga a aparcar el procés?
No, porque la independencia, hoy, se demuestra que es más necesaria que nunca. Justamente porque hay más necesidades sociales, somos más conscientes que nunca de que nos hacen falta las herramientas de un estado para poder hacer frente. De hecho, nosotros somos independentistas porque pensamos que con la independencia, teniendo una República, es como tendremos más instrumentos para poder responder las demandas sociales de los ciudadanos y mejorar sus condiciones materiales de vida. Justamente por eso somos independentistas, no por una cuestión simbólica, identitaria, de banderas, sino porque queremos tener al alcance las mejores herramientas para dar respuesta a las necesidades de este país, que tienen que ver con escuelas, con hospitales, con carreteras y con oportunidades para las próximas generaciones.

¿El Govern de la Generalitat ha gestionado mejor la crisis de la pandemia que el gobierno del Estado?
Es una reflexión que vale para todos los gobiernos del planeta: siempre se puede hacer mejor. Tenemos que hacer crítica, sobre todo con el gobierno de España en una primera fase cuando tomó decisiones de centralización y recorte de competencias a las administraciones, pero también a tenemos que mirar qué hemos hecho nosotros. Tenemos que ser autocríticos. El Govern de la Generalitat ha hecho esta autocrítica. En todo caso lo que tendremos que ver es la foto final. Todavía estamos en plena pandemia, estamos visualizando el inicio de este final gracias a la vacuna. Cuando hayamos cerrado definitivamente este episodio de pandemia podremos hacer balance. Y si hacemos el balance con los datos veremos que el Govern de la Generalitat ha respondido a las necesidades del momento en un equilibrio que no es nunca fácil: el de salud y economía. En este equilibrio, el gobierno de este país ha tomado decisiones que en la foto final veremos que han sido efectivas, sobre todo si lo comparamos con el entorno.

Hablando de pandemia, si hoy tuviera que poner la mano al fuego, ¿confía en que se podrán celebrar las elecciones el 14-F?
Están convocadas y se tienen que poder celebrar. El gobierno trabaja para ello. No sólo el gobierno, el Parlament y el departamento de Exteriores hemos constituido una mesa de partidos para compartir la situación sanitaria, el análisis de los datos y para garantizar sobre todo la fórmula que permita hacer compatible el derecho fundamental al voto y el derecho a la salud. Tendremos que encontrar el equilibrio en función de los datos y de la situación. Ahora nos hemos marcado el 11 de enero, con una reunión técnica, y el 15, con una reunión política, para tomar una decisión definitiva respecto de las elecciones. Veremos cómo evoluciona la pandemia los próximos días, espero que los datos sean buenos, que a principios de enero se pueda recuperar una cierta normalidad, y que las elecciones sean posibles.

Los independentistas nos tendremos que entender. Con unas nuevas bases, eso sí. No puede ser que siempre estemos compitiendo

¿La batalla partidista propia de un contexto electoral dificulta todavía más la gestión de la crisis del coronavirus?
La batalla política, según cómo se plantee, siempre puede llegar a ser perjudicial. Si no es un diálogo honesto, un debate genuino, una confrontación de ideas y de proyectos, nos perdemos en el ruido, en las burbujas de Twitter. Cada vez hay más polarización, lo hemos visto en otras campañas electorales en nuestro entorno, pero nosotros no somos inmunes a eso. Por lo tanto, generamos mucho más ruido que ideas. Y ahora justamente se trata de poner ideas sobre la mesa. Ahora es más necesario que nunca. Porque estamos inmersos en una doble crisis: social, derivada de la pandemia, y política, del conflicto de Catalunya con el Estado. Para resolver las dos crisis hace falta una propuesta. Nosotros tenemos un proyecto político para este país muy bien definido, fruto de un proceso de reflexión interno de muchos meses, que aprende de todas las lecciones que hemos ido adquiriendo en los últimos años. Lo que es exigible al conjunto de actores políticos que participarán en las elecciones es que pongan su propuesta sobre la mesa de cómo piensan resolver la situación de esta doble crisis.

Si aislamos la retórica, si rascamos un poco, veremos como el conjunto del independentismo estamos diciendo una cosa que nos hermana a todos, que es que tenemos que ser más. Más allá de los eslóganes hay una estrategia política que tiene muchos más puntos de contacto de los que se quiere hacer ver

Roger Torrent ERC - Sergi Alcazar

Foto: Sergi Alcàzar

Sus actuales socios, JxCat, ya lo han puesto encima de la mesa. Hablan de una confrontación inteligente. No sé cómo esta propuesta puede casar con la vía pragmática de ERC, teniendo en cuenta que ustedes defienden que tendrán que volver a gobernar juntos.
Nosotros lo que decimos es que en la próxima legislatura tiene que haber un gobierno independentista y de izquierdas. Eso quien mejor lo garantiza es un liderazgo de ERC. En cualquier caso, los independentistas nos tendremos que entender en este nuevo ciclo político. Con unas bases nuevas, eso sí. No puede ser que siempre estemos compitiendo, tenemos que cooperar, no puede ser que siempre estemos con el reproche, con la batalla, la discusión....

Pero eso se han hartado de decirlo y no lo han conseguido en toda esta legislatura...
Exacto, y entiendo que la ciudadanía esté cansada de estas batallitas. Que esté harta de vernos haciéndonos reproches, criticándonos, llegando a veces incluso al insulto, de mirarnos demasiado el ombligo. Eso no aporta nada al independentismo. La pregunta que se tiene que hacer una parte del independentismo es "qué aporta al conjunto del movimiento estar siempre mirando de reojo al socio e intentarlo desgastar". Yo creo que nada. Lo que nos aporta es esta mirada abierta, plural, diversa, que vaya más allá de las zonas de confort, que sobrepase las burbujas que se crean en las redes sociales y vaya a explorar las fronteras de los espacios ideológicos. Por lo tanto, que sea capaz de sumar gente que hasta ahora no ha votado independentista. Porque si aislamos la retórica, si rascamos un poco, veremos como el conjunto del independentismo estamos diciendo una cosa que nos hermana a todos, que es que tenemos que ser más. Si tenemos que ser más, ¿dónde tenemos que ir a buscar a esta gente que nos permita superar el 50%? Está claro que si nos reducimos sólo al núcleo central del independentismo no seremos nunca más. Este es el trabajo que quiere hacer ERC.

Donde discrepan es en qué pasa si en estas elecciones superan ya el 50%. Ustedes [ERC] defienden que hay que seguir siendo más en sucesivas elecciones. Vuelvo a recuperar la pregunta, ¿cómo encajar los dos proyectos, el de la confrontación inteligente de Junts y la vía pragmática de ERC?
Lo que decimos es una cosa que es de lógica. ¿Ser más del 50% es una condición definitiva? No. Ahora, es absolutamente necesaria. Todavía no hemos pasado por esta estación. Todavía no hemos superado nunca el 50% en unas elecciones en el Parlament. Ahora tenemos la oportunidad de hacerlo. ¿Qué nos dicen las encuestas más allá de la atribución de escaños que siempre es relativa? Las encuestas nos dicen que existe la posibilidad de superar el 50% en las elecciones del 14-F. Pues nos tendríamos que concentrar aquí. Tendríamos que intentar aislar todos los disensiones y concentrarnos en aquello que nos pone de acuerdo, que es ser más. Y ahora hemos puesto una cifra, ser más del 50%. Tendríamos que concentrar todas nuestras energías electorales a alcanzar este hito. Y después generar una nueva unidad estratégica, una nueva agenda para un gobierno que permita explicar a los ciudadanos hacia donde transitamos. No lo hemos sabido hacer esta pasada legislatura. Y cuanto más tiempo dedicamos a formar una agenda, explicarla bien y ejecutarla, menos tiempo tendremos para pelearnos. Sólo si tenemos hitos concretos avanzamos, porque nos permite evaluarnos. ¿Hemos dado el paso que habíamos dicho que daríamos? ¿Hemos generado un escenario mejor? ¿Hemos respondido afirmativamente a la pregunta de si el paso que damos políticamente mejora las condiciones de vida de la ciudadanía o nos permite acercarnos a la independencia? Estas son las preguntas que siempre nos tendríamos que hacer a cada decisión. Tenemos que saber explicar todo eso durante la campaña.

El problema ha sido que la base no era lo bastante sólida durante esta legislatura, que no hemos trabajado los cimientos. Si los hubiéramos trabajado mejor, hubiéramos tenido mucho menos tiempo para pelearnos

¿Este cambio de dinámicas que usted defiende, no cree que debería ir aparejado con una renovación de caras? ¿Las relaciones no están demasiado viciadas y estropeadas entre determinados actores del independentismo como para poder volver a entenderse?
Reducir siempre la controversia dentro del ámbito independentista a determinados perfiles personales es un error de lectura. No es una cuestión de si nos entendemos mejor o peor determinadas personas que puedan estar al frente de los proyectos políticos o de las instituciones. El problema ha sido que la base no era lo bastante sólida durante esta legislatura, que no hemos trabajado los cimientos que antes comentaba. Si los hubiéramos trabajado mejor, probablemente hubiéramos tenido mucho menos tiempo para pelearnos.

¿Y por qué no lo han hecho?
Porque no hemos sido capaces. Probablemente porque que este proceso que ha hecho ERC de hacer una lectura de lo que pasó en el 2017 y de todas estas lecciones aprendidas hacer un proyecto ganador -hemos hecho un manual de cómo llegar a la República-, este ejercicio que ha hecho ERC, que no es fácil y supone ponerse delante del espejo y hacer frente a las contradicciones, es lo que deberían y tendrán que hacer el resto de actores del independentismo. Y como no lo hemos hecho lo suficiente ni lo hemos puesto lo bastante en común, ni lo hemos explicado lo bastante bien, por eso hemos generado este desconcierto durante esta legislatura.

Aquí, a veces, interesadamente confundimos al adversario. Intentamos generar un marco interpretativo que lo que explica es que el otro es un traidor, cuando la represión es del Estado

Roger Torrent ERC - Sergi Alcazar

Foto: Sergi Alcàzar

Hablaba de no personificar, pero justamente JxCat ha personificado mucho en su figura como el obstáculo que no ha dejado avanzar hacia la independencia. El propio president Torra lo acusó de degradar el Parlament cuando asumió su inhabilitación como diputado.
Nosotros las decisiones que tomamos son las que nos tienen que permitir avanzar, las que generan un escenario mejor. E intentamos aislarnos del ruido y de las críticas y de las acusaciones que se puedan hacer. Si nosotros creemos que una decisión nos permite avanzar hacia la independencia, lo hacemos...

Y mantener el escaño a Torra no permitía avanzar...
Insisto, siempre se tiene que generar un escenario mejor. Yo podría haber entrado en el reproche permanente durante esta legislatura, yo no entraré en los reproches de toda una serie de episodios que se han producido que son fruto de la represión del Estado. Porque aquí, a veces, interesadamente confundimos al adversario. Intentamos generar un marco interpretativo que lo que explica es que el otro es un traidor, cuando la represión es del Estado. Y lo reconocía hace unas semanas el propio president Puigdemont, que decía "mi investidura no ha sido posible por la represión del Estado". Efectivamente. Es la represión del Estado quien ha generado todos estos episodios. En el Parlament o en el Govern. Porque hay otros episodios como la restitución de los consellers, las leyes suspendidas, la propia pancarta, que nosotros también podríamos utilizar para intentar desgastar al socio, utilizar la represión para desgastar el socio. Cuando hacemos eso, lo que hacemos es empequeñecer el conjunto del independentismo. Nosotros estamos aquí para hacer política. Y eso quiere decir sumar, ser más, y eso no se hace criticando permanentemente al socio. Lo podría haber hecho. Podría sacar todo el listado de reproches. Y no lo haré. Porque de lo que se trata es de construir en aras a unas elecciones que tienen que servir para reforzar la base social del independentismo.

La pregunta para los comunes es si dejarán de estar en la órbita permanente del PSC

Su estrategia pasa por sumar los comunes durante la próxima legislatura. Jéssica Albiach les pide que escojan entre ellos y JxCat. De hecho, les acusa de estar secuestrados emocionalmente por JxCat...
Honestamente, los comunes son quien menos lecciones pueden dar de no ser ambiguos. En todo caso la pregunta que les tendríamos que hacer a futuro, visto lo que hemos visto durante esta legislatura, es si ellos dejarán de estar en la órbita permanente del PSC. Nosotros lo que queremos es un gobierno independentista y de izquierdas. A partir de aquí tenemos que construir la agenda republicana que permita poner las bases de la recuperación a nivel social y la resolución del conflicto político. Y aquí nos tendremos que entender con los independentistas y si se quieren sumar las sensibilidades republicanas como pueden ser la CUP o incluso los comunes, se podrán sumar. Queremos la máxima amplitud posible desde un punto de vista electoral. De lo que se trata es de ampliar mayorías. En Catalunya hay dos grandes mayorías, una independentista, que votaría que sí, y una mayoría que reconoce el referéndum como la herramienta precisa, necesaria y mejor para resolver el conflicto político. Tenemos que trabajar estas dos mayorías. Tenemos que saber conectar estas mayorías a partir de los dos grandes consensos: la amnistía y el referéndum. El referéndum es la herramienta que genera más consenso en Catalunya y más contradicciones en el Estado. Es la llave que abre más puertas. Lo decimos desde de ERC, que tenemos toda una propuesta de cómo llegar al referéndum que hoy parece imposible para que sea inevitable, pero tendremos que ir sumando más sensibilidades. De hecho hace pocos días que la CUP decía que el referéndum es el instrumento más rupturista. Efectivamente. Los que somos independentistas de toda la vida lo compartimos.

Habla de JxCat, la CUP y los comunes... ¿El PDeCAT también entra en la ecuación?
Bien, el PDeCAT tiene que ver qué papel tiene en estas elecciones, qué propuesta hace...

Porque seguramente ahora mismo en relación a la estrategia para llegar a la independencia tienen más en común ERC y el PDeCAT que ERC y JxCat...
Más allá de lo que pueda dar la aritmética de las sumas electorales y parlamentarias, que es fundamental, ahora estamos en una fase que tenemos que explicar proyectos y programas. Y de definir la estrategia.

Por eso pregunto si no detectan más similitudes con el PDeCAT...
Compartimos trayecto con el conjunto del independentismo. De hecho, nosotros somos los de la suma, los que integramos, los que valoramos siempre la pluralidad del independentismo. Por lo tanto, es bueno y necesario que el independentismo esté representado por todo el abanico ideológico. Nosotros representamos la centralidad política del independentismo de izquierdas, progresista, pero es bueno que desde las diferentes parcelas ideológicas del país haya opciones independentistas. Veremos cuáles son los resultados y qué quiere la ciudadanía. Nos tendremos que entender el conjunto del independentismo para avanzar en pasos concretos hacia el horizonte de la República Catalana.

Y si en esta pugna entre los dos proyectos planteados, confrontación vs pragmatismo, el 14-F gana la estrategia de JxCat de apostar por la confrontación, ¿qué hará ERC?
ERC tiene su proyecto. En todo caso, nosotros hemos concretado muy bien qué quiere decir nuestra estrategia y por dónde pasa. La CUP también lo está definiendo. Eso es lo que tenemos que exigir al conjunto de los actores independentistas. No basta con grandes eslóganes, con grandes proclamas, eso se tiene que traducir en hechos concretos. Vuelvo a decir, más allá de la retórica, de las palabras concretas que se utilicen en los eslóganes, debajo hay una estrategia política que tiene muchos más puntos de contacto de los que se quiere hacer ver. Y estos puntos de contacto tienen que ver con que el independentismo crezca socialmente, con generar más complicidades internas con determinados actores sociales, económicos, sindicales, con generar alianzas a nivel internacional...

Detecto que opina que en JxCat hay un exceso de gesticulación...
Esta legislatura, efectivamente hemos pecado de un exceso de...

Perdone, ¿hemos o han?
Yo hablo del conjunto del independentismo. No sería lógico que mi mensaje fuera para el conjunto del independentismo y después circunscribiera determinadas actuaciones a unas determinadas siglas. Hemos pecado de exceso de retórica o de gesticulación, sí. Y eso puede servir para generar algún titular, o muchos retuits, pero yo lo que quiero es ganar. Y estamos aquí para hacer política.

Hay cosas que me han costado entender, especialmente viniendo de los socios"

Roger Torrent ERC - Sergi Alcazar

Foto: Sergi Alcàzar

¿Cuál ha sido para usted el momento más duro de la legislatura?
A nivel personal, el momento que encarcelaron a Jordi Turull justo en el momento de su debate de investidura.

¿De qué se siente más orgulloso?
En general es un orgullo representar el parlamento de tu país. Me siento muy orgulloso de todas las decisiones que hemos tomado en la línea de feminizar el Parlament y acabar con el patriarcado en esta institución. Espero que tenga mucho recorrido la próxima legislatura.

¿Y de qué se siente menos orgulloso?
Me siento menos orgulloso de que no hayamos sabido todos juntos dar una imagen de unidad estratégica por parte del independentismo.

¿En qué diría que se ha avanzado hacia la independencia durante su presidencia al Parlamento de Catalunya?
Hemos sido capaces de identificar qué es aquello que nos hará ganar definitivamente. Y eso ha sido posible por todos los aprendizajes que son fruto de todos los hechos vividos durante los últimos años. Hemos identificado qué nos hace falta encontrar los pasos concretos que permitan avanzar de manera muy específica y alinear todas las fuerzas. El 1-O es un claro ejemplo.

Pero el 1-O es de la pasada legislatura...
Sí pero toda la lectura de qué hemos aprendido en los estos meses lo hemos hecho durante esta legislatura. Es un periodo que hemos tenido que pasar. Es un periodo que hemos tenido que hacer todo un proceso de introspección al independentismo, de mirarnos al espejo, de ver qué hemos hecho bien y qué no hemos hecho tan bien. Fruto de eso hoy sabemos cuáles son los elementos imprescindibles para ganar. Muchos cristalizan con el 1-O. El 1-O implica la comunión entre la calle y las instituciones, la confluencia de la pluralidad del país en un mismo objetivo concreto, nos enseña la necesidad de estas alianzas internas y de legitimidad externa. Todos, elementos imprescindibles para poder ganar y que ERC ya ha incorporado de manera sólida a su planteamiento electoral. Tenemos muy claro qué tenemos que hacer para ganar y estamos dispuestos a hacerlo.

¿Quién le ha puesto más difícil, Costa o Carrizosa?
[Ríe] Ha habido episodios durante la legislatura muy complicados. Hay cosas que me han costado de entender especialmente viniendo de socios políticos. En todo caso, prefiero mirar adelante. Hay una parte del Parlament que ha intentado siempre vivir de la confrontación, de la tensión, lo hemos visto particularmente con Cs, que han demostrado también muy poca capacidad de empatía ante la situación dolorosa de los presos y eso ha sido muy duro. Convivir con eso ha sido difícil. Y al mismo tiempo, también ha habido episodios surrealistas generados en el ámbito de la mesa del Parlament que no esperarías de los socios políticos. Pero prefiero no entrar en reproches con los socios. No sería coherente decir que tenemos que superar la etapa de riñas y recrearme en estos episodios surrealistas que se han dado, de pactos con Cs para aprobar los presupuestos del Parlament, conversaciones con otros vicepresidentes de Cs para intentar desgastar al presidente. Insisto, no entraré.

Ahora que comentaba la actitud de Cs con a situación de sus excompañeros diputados presos, ¿cree que Cs y el PSC han tenido la misma falta de empatía?
Sí. Sí, sí. Han demostrado una falta de empatía flagrante.

¿Al mismo nivel?
Eso lo tiene que responder cada uno. Es muy personal. Por parte del PSC hemos visto que ha aplaudido la represión. El PSC no sólo fue un elemento indispensable para aprobar y aplicar el 155, sino que después hemos visto cómo reconocía y aplaudía la represión. Por eso decimos que el PSC está a las antípodas de lo que nosotros representamos. Por eso, pero también porque desde un punto de vista social cada vez estamos más alejados desde un punto de vista de políticas de izquierdas. El PSC, que aquí se dedica a votar en contra de la regulación de los precios de los alquileres y en Madrid no da ningún paso para mejorar la situación del mercado de la vivienda, que no ha derogado la ley mordaza, que no es capaz de hacer una contrarreforma laboral, etcétera. Cada vez está más alejado de nosotros. Es imposible que nosotros podamos construir cualquier ecuación en la próxima legislatura en la cual esté el PSC. Dicho esto, como dice la presidenta Forcadell, todos tenemos que ser mucho más empáticos. Eso tiene que ver con intentar entender a aquellos que no piensan como nosotros. Yo lo explico con el caso de una vecina mía. Yo vivo en el tercero, dos pisos más arriba vive una vecina que votaba a ERC en las municipales, que me quiere porque somos vecinos de toda la vida, me votaba a mí de alcalde, y que en las últimas elecciones en el Parlament votó a Cs. Yo tengo que hacer el esfuerzo de ir a picar su puerta y saber por qué votó aquello que está frontalmente opuesto lo que yo represento.

¿Y qué le ha dicho la vecina?
Me explica una cosa que es de sentido común. Que quizás no le hemos explicado lo bastante bien que en realidad el futuro que imaginamos para este país es el mismo.

¿El mismo?
Mejorar sus condiciones de vida materiales, pero sobre todo las opciones y oportunidades de sus nietos y mis hijas. Y que para nosotros eso pasa por una República que tiene que ser radicalmente democrática, ecologista y feminista. Y que tiene que dar oportunidades al conjunto de los ciudadanos.

¿Y ya ha recuperado el voto de la vecina?
Yo estoy convencido de que sí, pero nos queda mucho trabajo por hacer. Ir a picar piedra a los barrios y ciudades para explicarnos mucho mejor. Que es una de las cosas que no hemos hecho lo bastante bien esta legislatura: explicar de qué va la República. En determinados discursos, de cada cuatro palabras, tres eran República, pero no se explicaba qué quiere decir. Este esfuerzo es el que tenemos que hacer.

Roger Torrent ERC - Sergi Alcazar

Foto: Sergi Alcàzar

Ahora no me diga aquello de "estoy a disposición del partido". ¿A Usted le haría ilusión repetir como presidente del Parlament?
[Ríe] Es un tópico pero te lo tengo que decir. Estoy a disposición del partido. En cualquier caso, yo no he hecho ningún plan de futuro a nivel personal a corto y medio plazo. He aprendido que desde un punto de vista personal, la política es muy volátil, cada vez más. Yo dos días antes de ser presidente del Parlament, ni me lo imaginaba. Me tocó serlo porque la secretaria general y el presidente de mi partido, víctimas de la represión, me lo pidieron. A los de mi generación -yo, pero también el vicepresident Aragonès u otros miembros de ERC- nos ha tocado dar un paso adelante en un momento en que por consecuencia lógica no tocaba. Pero lo hemos tenido que hacer por la represión. Esta idea de dar el paso adelante de nuestra generación conecta con el espíritu histórico de ERC. Somos eslabones de una cadena que nos toca estar en un momento determinado en un momento concreto allí donde podemos ser más útiles. Por lo tanto...

Por lo tanto, no me ha respondido...
No he hecho ningún plan. Evidentemente me siento con ganas y energía para aportar allí donde se crea que puedo aportar.