Como pasa con los superhéroes, un vicepresident nunca descansa. El Govern de la Generalitat se ha dado tres semanas de vacaciones relativas, la agenda oficial es de mínimos y no se organizan reuniones ni actos públicos, pero president y consellers siguen obligada e inevitablemente conectados. Pere Aragonès (Pineda de Mar, 1982) nos recibe en el corazón del Maresme, en su Pineda natal, donde estos días trata de recuperar fuerzas rodeado de la familia y dedicar horas a su hija Clàudia, que nació a las puertas de la campaña electoral. El hombre fuerte de ERC en el Govern lleva dos sombreros, el de vicepresident y conseller de Economía y el de líder de Esquerra Republicana, dos cargos que ha heredado a la fuerza, tras el encarcelamiento de Oriol Junqueras, con quien sigue despachando siempre que puede. De hecho, acabada esta entrevista se sube al coche dirección Lledoners. Durante la conversación con ElNacional.cat reivindica el pedigrí independentista de ERC, a la vez que refuerza la estrategia renovada de los republicanos, que huye de líneas rojas y unilateralidades y focaliza los esfuerzos en el diálogo con el Estado. Según Aragonès, las prioridades en el corto plazo pasan por aprobar presupuestos, retejer alianzas con la CUP y ampliarlas a los Comunes y el PSC, y luchar por ser determinantes en Madrid.

¿El Govern necesitaba vacaciones?
Siempre va bien parar un poco en agosto, sobre todo para recuperar fuerzas en previsión a lo que vendrá, tanto con la agenda propia catalana, como con la sentencia del Supremo o unas posibles elecciones españolas. Hay que parar unos días y a partir de ahí coger fuerzas para septiembre.

Según el último barómetro del CEO, el 55% de los catalanes suspenden la gestión de su gobierno...
Este es un gobierno que lo primero que ha tenido que hacer es levantar la aplicación del artículo 155, no sólo desde el punto de vista legal sino también a nivel práctico. Y lo hacemos en una situación de precariedad parlamentaria que nos ha impedido poder aprobar presupuestos y eso evidentemente limita la capacidad de sacar adelante políticas públicas y el plan de gobierno. Por lo tanto el primer objetivo del Govern debe ser aprobar los presupuestos del año 2020. Sin embargo, este es el único gobierno posible, porque no hay una mayoría alternativa a la que representa ERC y JxCat. Como es el único gobierno posible tenemos que hacer el esfuerzo en este curso político que ahora empieza de reforzar la mayoría parlamentaria y lo necesitaremos para hacer frente a la sentencia del Tribunal Supremo que tendrá un impacto político muy importante.

El primer objetivo del Govern debe ser aprobar los presupuestos. Tenemos que hacer el esfuerzo en este curso político que ahora empieza a reforzar la mayoría parlamentaria

Su departamento acaba de ordenar un cierre de cajas y un recorte del 6% del gasto del sector público para cuadrar la caja. La oposición le reprocha haber aprovechado para anunciar recortes en agosto y critica que eche la culpa al Estado.
El gobierno español, con la excusa de que está en funciones y en prórroga presupuestaria, está transfiriendo cada mes a la Generalitat de Catalunya los mismos recursos del modelo de financiación que en el año 2018, quedándose todo el aumento de recaudación. Tampoco ha resuelto la pérdida de 483 millones que el cambio en la recaudación del IVA tiene este año. Todos los gobiernos autonómicos cuentan con estos ingresos para cuadrar el presupuesto, y nos encontramos que a día de hoy el gobierno español sigue bloqueando esta transferencia. Esto nos lleva a un impago de los compromisos si no priorizamos, y es lo que hemos hecho: blindamos los servicios básicos de sanidad, educación, protección social, vivienda y seguridad, garantizamos nóminas, el retorno de la paga extra y todos los contratos firmados y subvenciones concedidas. Para hacerlo, no se puede adquirir ningún nuevo compromiso de gasto excepto en los ámbitos anteriores. Es una priorización del gasto del estado del bienestar en una situación insuficiente a causa de la parálisis del gobierno español. 

Hablando de parálisis, parte de la ciudadanía tiene la sensación de que se han centrado mucho en hablar del procés y poco de los problemas cotidianos. ¿Cuáles son las prioridades del Govern de cara a los próximos meses?
Este gobierno tiene que hacer posible combinar el avance hacia la República Catalana y la gobernanza del día a día a través de una agenda para que la prosperidad económica sea compartida. Para que todo el mundo pueda tener igualdad de oportunidades. Reforzar la mayoría de gobierno es imprescindible porque ambos caminos son en paralelo, van asociados plenamente: el avance hacia la independencia de Catalunya y el buen gobierno para mejorar las condiciones de vida de la gente.

¿Y qué hace su gobierno para mejorar las condiciones de vida de la gente?
Básicamente hemos desarrollado una agenda social y económica que apuesta por consolidar el estado del bienestar y recuperar todo aquello que se perdió con los recortes. Hemos hecho una clara apuesta en educación, el incremento continuado de docentes en la escuela pública y el refuerzo del carácter público del sistema educativo son ejemplos claros, en el ámbito de salud hemos recuperado los niveles de gasto corriente previos a la crisis económica, de hecho estamos en máximos históricos. También estamos luchando contra las desigualdades en el ámbito laboral y de oportunidades económicas. Y en paralelo, hacemos frente a todas las nuevas necesidades en el ámbito de seguridad pública. Hay que reforzar el cuerpo de bomberos y el cuerpo de Mossos d'Esquadra. En un momento de muchos cambios sociales y una sociedad muy globalizada, las políticas de seguridad para garantizar la libertad de todo el mundo también son importantes.

¿Qué debemos hacer, lo que quiere Sánchez que es un independentismo subido al monte, o lo contrario de lo que quiere, que es forzarle al diálogo?

¿Si no se aprueban presupuestos, hay riesgo de recortes?
No podemos funcionar con los presupuestos de hace dos años, porque el país ha cambiado mucho. Si continuamos con los presupuestos de 2017 de cara a 2020, el gobierno no podrá desplegar políticas nuevas. Y hay que desplegar políticas nuevas para mantener el estado del bienestar. Si no desplegamos nueva iniciativa política, y eso requiere de nuevos presupuestos, no nos quedaremos como el año 2017 sino peor, porque las necesidades son mayores.

Por lo tanto sí, no aprobar presupuestos es sinónimo de recortes...
En todo caso, estos ajustes que pueda haber en el futuro serán responsabilidad de las fuerzas políticas cuando presentemos el presupuesto de 2020. Si deciden que no se pueden sacar adelante tendrán que asumir la responsabilidad. Como Govern aprobaremos el proyecto, lo llevaremos al Parlament.

Hasta tres grupos de la oposición se han abierto a negociar los presupuestos: PSC, Comunes y la CUP. Entre estos tres, ¿hay un socio prioritario?
Nosotros hablaremos con todo el mundo, como hemos hecho siempre. Celebro que haya tres fuerzas que en sus intervenciones públicas digan que están en disposición de negociar el presupuesto. Eso es muy positivo, hace un año no estábamos así. Hablaremos con los tres prioritariamente, también con los otros dos grupos, aunque dudo mucho de que Cs y PP quieran pactar algo porque estamos a las antípodas. A mí me gustaría que pudiéramos tener un presupuesto aprobado por una amplia mayoría.

Las elecciones generales en España las ganó Pedro Sánchez, pero en Catalunya las ganó Oriol Junqueras y ERC. Y eso lo tiene que tener claro

Usted ha dicho que si no hay presupuestos habrá que convocar elecciones, ¿qué cree que llegará antes, elecciones españolas o catalanas?
Me gustaría que no hubiera elecciones en ninguno de los dos sitios, porque eso querría decir que el Govern de Catalunya ha podido aprobar un presupuesto en el Parlament y que en el estado español hay un gobierno con el cual poder interlocutar. Porque es necesario que haya un gobierno en el Estado con el cual poder confrontar, poder discrepar, poder abrir una negociación. Necesitamos que haya un interlocutor en la otra parte de la mesa. Y en estos momentos el interlocutor está en funciones y por lo tanto es la excusa perfecta para no entrar en los problemas de fondo que tenemos que resolver. Catalunya ejerció la autodeterminación el 1-O, eso no fue reconocido, de hecho fue y está siendo perseguido, pero eso no puede continuar. Necesitamos que haya un gobierno en el estado español que desde toda la discrepancia política que podamos tener, podamos sentarnos a hablar. 

Si Sánchez intenta no depender del independentismo, debemos actuar para que dependan de nosotros. El objetivo es ganar capacidad de incidencia en el Congreso

Pero es que Pedro Sánchez ni siquiera quiere sus votos, aunque sean a cambio de nada...
Precisamente indica que el objetivo de Pedro Sánchez es salir elegido sin que el independentismo tenga capacidad de influencia, porque sabe que en los próximos meses tendrá que hacer frente a decisiones importantes. No sólo por la gestión política de una sentencia del Supremo que no parece que tenga que ser absolutoria; tendrá que hacer frente también a la gestión de la diversidad existente en el Estado. Las elecciones generales en España las ganó Pedro Sánchez, pero en Catalunya las ganó Oriol Junqueras y ERC. Y eso lo tiene que tener claro. Él intentará escaparse y evitar que ERC tenga capacidad de influencia, intentará no depender del independentismo. Por lo tanto, si él intenta no depender del independentismo, ¿qué debe hacer el independentismo? Actuar para que dependan de nosotros. El objetivo a corto plazo es ganar esta capacidad de incidencia en el Congreso, porque solo podemos presionarles, solo podemos exigirles, solo podemos condicionarles si somos determinantes. Por lo tanto, el independentismo tiene que estar decidido a ejercer esta voluntad de ser determinantes en el Congreso de los Diputados.

¿Eso significa que a pesar del menosprecio por parte del PSOE, la abstención sigue encima la mesa?
Veremos qué circunstancias hay en septiembre, veremos cuáles son las propuestas que se ponen sobre la mesa. Nosotros, y ahora hablo como ERC, nos presentamos a las elecciones con una idea de diálogo, de negociación, de defensa de los derechos y las libertades, de lucha contra la represión, y diciendo que no pondríamos líneas rojas ni permitiríamos un gobierno con presencia de la extrema derecha. Y eso es lo que estamos haciendo. A partir de aquí, es evidente que Pedro Sánchez está buscando el no del independentismo, porque no quiere estar condicionado por el independentismo, por lo tanto nosotros lo que no tenemos que hacer en ningún caso es renunciar a ser determinantes. El sentido del voto de una posible segundo debate de investidura, cuando sea, si lo hay, será el momento de hablar de si se mantiene la abstención o se opta por otras opciones.

Hemos tenido un gran aval electoral con más de un millón de votos. Entendemos que esta línea estratégica está avalada no solo por la militancia sino también por los votantes

¿Cree que la nueva estrategia de ERC se está entendiendo en el seno del independentismo y de los militantes y simpatizantes del propio partido?
ERC aprobó un programa electoral en el Consejo Nacional, hemos tenido un gran aval electoral con más de un millón de votos, 15 diputados y siendo primera fuerza en diputados y senadores en Catalunya. Por lo tanto entendemos que esta línea está avalada no solo por la militancia a través del Consejo Nacional del partido sino también por los votantes. A partir de aquí los debates internos siempre son buenos, está bien que haya y que sean internos. Entendemos que la posición política que hemos defendido, a pesar de ser una posición en un contexto muy difícil, se entiende perfectamente si miramos qué es lo que quiere Pedro Sánchez. Pedro Sánchez quiere situar a ERC en el no, por lo tanto ¿qué debemos hacer nosotros? ¿Hacer lo que quiere Pedro Sánchez que es un independentismo subido al monte y situado en el no, que le permita tener la excusa de decir que nosotros no estamos por el diálogo? ¿O hacer lo contrario de lo que quiere, que es forzarlo al diálogo, alargar la mano precisamente para poner al PSOE delante del espejo del diálogo?. Es fundamental, porque que a diferencia del PP, que es marginal políticamente en Catalunya, el PSC sí tiene una posición muy importante en Catalunya. Hay muchos ciudadanos en Catalunya que confían en el PSC para encontrar salidas de cara al futuro. Y si es evidente que no las quieren encontrar, tendremos que poner al PSOE delante del espejo para que estos ciudadanos que son vecinos nuestros se den cuenta también de cuál es el recorrido que tiene seguir apostando por el partido socialista, y que hay otras fuerzas de izquierdas que queremos una solución política para el país, que estamos dispuestos a hacer un diálogo de verdad, sin renunciar a nuestros planteamientos.

Deseamos que vuelva a salir aquel PSC de la consulta acordada. Espero que el PSC salga del bloque del 155

Hace unos días, en una entrevista en ElNacional.cat, Artur Mas hablaba de sacar al PSC del bloque del 155...
Quien tiene que salir del bloque del 155 es el propio PSC. Nosotros no lo hemos metido. No somos quienes lo tenemos que sacar. Evidentemente es mucho mejor el PSC que en el 2012 defendía una consulta acordada, que el PSC que en octubre de 2017 votó el artículo 155. Y deseamos que vuelva a salir aquel PSC de la consulta acordada, que acepta un referéndum, que entiende que la solución política tiene que ser una solución democrática que tiene que pasar por las urnas. Y las urnas se llaman referéndum, consulta, ejercicio del derecho de autodeterminación, derecho a decidir.... Cada uno que lo llame como quiera, pero ésta es la salida. Por lo tanto, yo espero que el PSC salga del bloque del 155. No sé si somos nosotros quienes tenemos que ir a sacarlo, porque tampoco lo hemos puesto, pero sí que sería deseable que todos aquellos que apostamos por una solución política cerráramos filas, ante la sentencia del Tribunal Supremo, y que pudiéramos reforzar la mayoría de gobierno en el Parlament para que haya claramente todos aquellos que estamos alineados por una salida política al conflicto que hay entre la sociedad catalana y el estado español y podamos encontrar entre todos la solución.

Hay muchos caminos constitucionalmente viables para poder acordar una consulta o un referéndum sobre la independencia de Catalunya. Lo primero que hace falta es ganar la victoria política y que el Estado acepte que tiene que haber un referéndum

En esta reformulación estratégica, ¿contempla como una opción la posibilidad de volver a 2014 e ir al Congreso a reclamar que se transfieran las competencias para hacer un referéndum, como hicieron Rovira, Turull y Herrera en nombre del Parlament de Catalunya?
Creo que primero hay que iniciar una negociación con el Estado y en esta negociación es evidente que hay muchos caminos constitucionalmente viables para poder acordar una consulta o un referéndum sobre la independencia de Catalunya. Y además se puede hacer de forma oficial por parte del Estado. Hay varias. Una es que lo pueda hacer el propio Govern de Catalunya y que el Gobierno del Estado no se oponga, otra es que se pueda dar la transferencia de la competencia, hay diferentes caminos. Pero en todo caso, primero lo que hace falta es ganar la victoria política de que el Estado acepte que sí, que tiene que haber un referéndum de autodeterminación en Catalunya.

¿Y eso cómo se hace?
Pues siendo más, sumando a mucha más gente. Es evidente que ante una constante, permanente y creciente mayoría independentista, el Estado no podrá oponerse para siempre, no podrá estar siempre en contra. Tenemos que superar claramente el 50%, lo tenemos que hacer en sucesivas elecciones, tenemos que acabar con el mantra de que la mayoría en Catalunya no es independentista, tenemos que ser capaces de hacer emerger esta mayoría, que existe, y ampliarla, hacerla mucho más fuerte. Por lo tanto, hay que ampliar los apoyos, en segundo lugar, hay que fortalecer las instituciones de la sociedad civil. Recordemos qué pasó en octubre de 2017, que hubo una presión muy grande por parte del Estado y no todas las instituciones de la sociedad civil se pusieron al lado del 1-O y del 3-O. En este sentido, que instituciones económicas hayan empezado a hacer el cambio de discurso e incluso haya habido relevos creo que es positivo. Y en tercer lugar hay que internacionalizar mucho más nuestra causa. Hemos avanzado mucho, el 1-O nos abrió las puertas a la agenda internacional. Yo no sé si el mundo nos mira, pero seguro que nos ve, sabe que hay un conflicto en Catalunya. Precisamente por eso tenemos que ser los máximos defensores del diálogo, para poder también explicar la necesidad de una posible mediación exterior cuando la apuesta por el diálogo fracase si el gobierno español no la quiere abordar. El próximo embate lo tendremos que hacer con solidaridad internacional.

¿Y aparcando también la unilateralidad?
Es que el debate sobre unilateralidad o bilateralidad es un debate falso, cuando la unilateralidad no la decides tú. La unilateralidad no la hace quien quiere, la hace quien puede ser unilateral. El estado español actúa de forma unilateral, con el Tribunal Constitucional, con los fiscales... ¿Por qué? Porque tienen el monopolio del uso de la fuerza legal, legítima desde el punto de vista de su ordenamiento jurídico. Por lo tanto, podemos decidir actuar unilateralmente, pero si no lo podemos hacer, porque no tenemos la capacidad coercitiva que sí que tiene el Estado, entiendo que es un debate que el independentismo tendría que superar y que en buena parte ya está superado y que es inducido desde fuera, fundamentalmente.

Debemos superar claramente el 50% en sucesivas elecciones. El próximo embate lo tendremos que hacer con solidaridad internacional

La propia ANC habla de la necesidad de perseverar en esta vía...
La ANC habla de fortalecimiento y de crear estas condiciones. En este aspecto, con la ANC coincido. Creo que tenemos que ser muy conscientes de que el conflicto político con el estado español es un conflicto político ante un estado muy sólido. Un estado que a nivel europeo, a pesar de toda la denuncia que hacemos, solo tiene la mancha de la prisión preventiva, pero que por el resto es un estado homologable. Por lo tanto estamos hablando de un combate político ante un estado fuerte. Es decir que nos tenemos que fortalecer nosotros porque en estos momentos la correlación de fuerzas es favorable al Estado y tenemos que conseguir que sea favorable al independentismo catalán, reforzándonos sobre todo internamente.

¿La ANC se equivoca?
No, yo creo que la ANC tiene su posicionamiento, el independentismo es diverso, la sociedad catalana es diversa, y como el independentismo es mayoritario refleja esta diversidad de la sociedad catalana. Debate estratégico en el independentismo ha habido siempre. Yo respeto el posicionamiento de la ANC de la misma manera que se pueden poner al lado opiniones que pueden no ser coincidentes y también se tienen que respetar.

Hay que cambiar la correlación de fuerzas, hay que ser más y más fuertes para afrontar el conflicto con el Estado

¿Y usted percibe un clima antipartidos?
Creo que lo que hay es la desazón de mucha gente que querría seguir avanzando pero que ve que es difícil seguir haciéndolo. Nosotros queremos avanzar y creemos que para hacerlo hay que cambiar la correlación de fuerzas respecto al Estado, que hay que crear estas condiciones. La CUP por ejemplo también defiende que hay que crear las condiciones para ejercer el derecho de autodeterminación. En ERC, en cierto modo también decimos lo mismo. Hay que cambiar esta correlación de fuerzas, hay que ser más y ser más fuertes para afrontar este conflicto con el Estado y encontrar una solución democrática. Es lógico que haya diferentes visiones estratégicas, pero creo que es una riqueza del independentismo.

ERC somos el partido decano del independentismo. Si alguien puede representar el independentismo de forma mayoritaria es ERC

¿Pero siente que ERC está en el punto de mira de una parte del independentismo?
Es que el independentismo somos nosotros también. De hecho somos el partido independentista que ha sacado más votos si miramos el global del último ciclo electoral. Por lo tanto, si alguien puede representar el independentismo de forma mayoritaria es ERC. No de forma única, porque por suerte el independentismo es tan diverso y tan plural que ni siquiera ERC, que es el partido decano del independentismo, el partido político que lleva más años defendiendo la independencia de Catalunya, lo puede representar en su globalidad. Yo hace 21 años que milito en el independentismo político. Empecé militando en las juventudes de ERC y me siento muy orgulloso. Desde el inicio había algunos sectores del independentismo que encontraban más fácil criticar al independentista de al lado que hacer una estrategia eficaz de enfrentamiento con el estado que tenemos enfrente. Cuando hicimos el Estatut ya tuvimos estas críticas, cuando hemos dado pasos adelante también, por lo tanto a mí no me viene de nuevo. Lo que creo que es bueno es ver dónde estábamos cuando se criticaba a ERC hace 20 años y ver dónde estamos ahora. La estrategia de apostar por un Estatut que ha evidenciado los límites del estado español ha permitido esta primera acumulación de fuerzas, nos ha permitido generar un ciclo movilizador desde la gran manifestación de julio de 2010 contra la sentencia del Estatut que llega hasta el 1-O y ahora nos toca iniciar un nuevo ciclo de acumulación de fuerzas y un nuevo ciclo movilizador.

Visto con perspectiva, ¿cree que fueron un error las 155 monedas de plata? Lo digo como metáfora de aquel octubre de 2017.
Yo creo que reflejaban el clima de aquellos días en que las expectativas eran muy altas. Nosotros durante el mes de octubre de 2017 apostamos claramente por cambiar la correlación de fuerzas con el Estado. Y avanzamos mucho pero no lo hemos hecho de manera suficiente. Y para eso seguramente necesitas la perspectiva de un cierto tiempo para ver que ha sido así. Más que de errores debemos hablar de aprendizajes. Y el aprendizaje es que aunque hemos adelantado mucho, que hemos pasado en pocos años de un 15% de independentistas a bordear el 50% en las elecciones, todavía queda mucho por hacer, porque la pared que tenemos enfrente es más alta de lo que nos imaginábamos. ERC es un partido republicano y de izquierdas. El independentismo lo tenemos hasta que no seamos independientes. Lo que quiero es dejar de ser independentista muy pronto porque querrá decir que habremos ganado la independencia de Catalunya.

Tendremos la independencia cuando nos la hayamos podido ganar

¿Cree que la verá, la independencia?
Sí, evidentemente. Y más pronto de lo que no nos pensamos. Si fuera por mí la independencia ya la habríamos tenido cuando a los 14 años fui a la primera manifestación, ya la quería entonces. El aprendizaje que hemos hecho es que necesitamos esta acumulación de fuerzas, por lo tanto la tendremos cuando nos la hayamos podido ganar. Y para ganarla repito los tres ejes: ampliar el apoyo social, fortalecer la sociedad civil y el apoyo internacional. De hecho es el programa que aprobamos en nuestra conferencia nacional.

¿No temen que ampliando la base acaben haciendo un agujero en medio por donde vayan perdiendo apoyos que tenían hasta ahora?
En ERC hemos apostado, con una estrategia que tiene sus riesgos, por ir al perímetro del independentismo, a hacer crecer el independentismo allí donde era demasiado pequeño, a hacerlo más fuerte, a hacerlo más grande. Y creo que esta estrategia está dando resultados y que contribuye a la suma total del movimiento independentista. Somos segunda fuerza en L'Hospitalet de Llobregat, en Cornellà, en Sant Adrià del Besòs, en todo el cinturón metropolitano de Barcelona. Hemos conseguido las alcaldías de Tarragona y de Lleida, hasta hace poco en manos del PSC. Y eso lo hemos hecho con este discurso de asociar la independencia de Catalunya no a un proyecto basado en los elementos identidad, lengua, bandera y sentimiento nacional, que también van incorporados, sino en derechos y libertades, en derechos y oportunidades para todo el mundo. Y eso es lo que nos ha permitido que en lugares donde el independentismo había sido muy minoritario hasta hace poco, hoy sea segunda fuerza y por lo tanto empezar a trabajar las alianzas para pasar a ser la primera en las próximas elecciones municipales.

No hemos hecho el 1-O para acabar negociando un nuevo modelo de financiación

¿Cómo tiene que acoger el Govern de Catalunya la enèsima propuesta de renovar el modelo de financiación autonómica?
No hay propuesta, hay declaraciones, que es lo que hemos visto desde el año 2014 por parte de todos los gobiernos españoles. Declaraciones, declaraciones, declaraciones, pero ninguna propuesta. El día que hagan una propuesta nosotros la valoraremos. Pero tenemos que tener muy clara una cosa. Un debate sobre la financiación de Catalunya no sustituye la necesaria negociación de un referéndum de autodeterminación. No hemos hecho este camino, no hemos hecho el 1-O, para acabar negociando un nuevo modelo de financiación. En segundo lugar, el café para todos se ha acabado. De hecho, ahora nos estamos repartiendo el poso del café. Hay que ver cuál es la propuesta por parte del gobierno del Estado. Yo soy muy escéptico porque creo que el Estado no tiene capacidad de poner más recursos sobre la mesa si no renuncia a los recursos que ahora tiene la administración central del Estado. Si no renuncia a estos recursos no veo ningún tipo de viabilidad a una discusión del modelo de financiación. En todo caso, la lección es que mejor que nos lo hagamos nosotros, que recaudemos nosotros los recursos, que recaudemos nosotros los impuestos. Porque cuando lo hace el Estado nos pasa como ahora, que recauda el IRPF y el IVA de este 2019 que le aumenta un 7% la recaudación, pero no lo transfiere a la Generalitat de Catalunya porque dice que está en funciones.

¿Usted es un buen candidato para la presidencia de la Generalitat?
El buen candidato es Oriol Junqueras, que es quien se tiene que poder presentar por ERC y nosotros lo que no haremos es hacer el trabajo sucio al Estado, que lo quiere inhabilitar, antes de tiempo. Nosotros lo combatiremos. Lo que no haremos es avanzar el debate sobre quién tiene que ser el candidato porque nosotros lo que queremos es que lo sea Oriol Junqueras.

¿Qué diferencia a ERC de JxCat?
ERC es un partido de izquierdas, con 88 años de historia y nuestro nombre dice cómo somos, de izquierdas y republicanos. Nosotros lo tenemos fácil, somos un partido que el nombre que tiene define aquello que es. JxCat está en un proceso de debate estratégico interno. Antes de saber cuáles son las diferencias es necesario que ellos expliquen de forma unificada cuál es su propuesta estratégica. Nosotros la hemos explicado: sumar para ser más fuertes, porque el próximo embate lo tenemos que ganar.

¿Detecta más coincidencias con los Comunes?
Con los Comunes compartimos una parte de la tradición de izquierdas de este país. De hecho con lo que históricamente han sido las expresiones políticas de este espacio, hemos trabajado conjuntamente en ayuntamientos, en el propio Govern de la Generalitat y en la etapa republicana. Compartimos buena parte de los orígenes y por lo tanto como dos fuerzas de izquierdas tenemos muchos elementos en común. Evidentemente lo que nosotros siempre pedimos a los Comunes es una implicación clara en la defensa del derecho a la autodeterminación de Catalunya y muchas veces ellos demuestran cierta ambigüedad o un distanciamiento respecto de un compromiso claro en este ámbito. Espero que a base de ir dialogando podamos superarlo.

¿Qué significa para el vicepresident "Lo volveremos a hacer"?
Pues que no renunciaremos al ejercicio de nuestros derechos y libertades y que por lo tanto la respuesta a la sentencia tiene que ser culminar este proceso. La sentencia por sí misma no cambiará la correlación de fuerzas, no nos permitirá de sopetón sumar a toda la gente que todavía nos falta para incorporar a la propuesta independentista. Pero sí que visualizará que el Estado español en materia de derechos y libertades tiene muchas limitaciones. Por lo tanto, en el argumentario democrático se sumarán las razones en el ámbito de derechos civiles y políticos que solo podrán ser protegidos en una República Catalana.

Y desde de ERC creen que hay que tener lista para jugar la carta de convocar elecciones...
Tenemos que tener todas las cartas sobre la mesa, no hay que poner ninguna en el cajón. En función de la sentencia, en función del contexto que haya, de los actores que quieran participar de la respuesta, escoger una opción y hacerlo de forma compartida, porque eso sólo tiene sentido hacerlo conjuntamente con todos los actores, principalmente con los que compartimos Govern, con JxCat.

Todas las opciones están sobre la mesa, desde unas elecciones hasta un gobierno de concentración. Las tenemos que tener todas sobre la mesa, no podemos guardar ninguna en el cajón

No parece que en JxCat haya mucha disposición para convocar elecciones y eso solo está en manos del president Torra...
En todo caso, después de la sentencia nosotros defendemos tener sobre la mesa todas las propuestas y que no renunciemos a ninguna de entrada, porque no sabemos cuál será el contexto político, si podrá coincidir o no con unas elecciones españolas. No sabemos qué gobierno del Estado tendremos enfrente. Veremos cuál es la respuesta para fortalecer el Govern de Catalunya que pueda haber en el Parlament, si hay grupos dispuestos a dar este paso o no. Por lo tanto, todas las opciones están sobre la mesa, desde unas elecciones hasta medidas para reforzar la mayoría parlamentaria, desde acuerdos parlamentarios hasta un gobierno de concentración. Conceptualmente las tenemos que tener todas sobre la mesa, no podemos guardar ninguna en el cajón.

¿Gobierno de concentración con Comunes y la CUP?
Tenemos la experiencia del gobierno de Lleida. En Lleida hemos conseguido acabar con 40 años de partido socialista que los últimos años había contado con los apoyo de Cs y el PP. Se ha generado una mayoría alternativa liderada por ERC en la que participan los Comunes y JxCat. La CUP no ha obtenido representación, pero si lo hubiera hecho estoy convencido de que se habría sumado. Este es un gobierno 3-O. Son las mayorías que creo que tendríamos que ser capaces de construir, son las que a mí me gustan.

Según los Comunes, no han ido a llamar a su puerta.
Los Comunes ya saben que son un destinatario preferente de todas las necesidades de acuerdo que tiene este gobierno. Lo fueron con los presupuestos del 2019, ahora con los 2020 y con todas las otras medidas que quiera sacar adelante este gobierno, también con la respuesta a la sentencia, ellos son uno de los destinatarios principales.

Los Comunes ya saben que son un destinatario preferente de todas las necesidades de acuerdo que tiene este gobierno

¿Qué le diría el vicepresident a un independentista que esté harto?
Que tenemos que perseverar y que necesitamos perseverar, porque el objetivo que queremos conseguir que es la independencia de Catalunya vale lo suficiente, tiene suficiente valor como para requerir todavía continuar con la acumulación de fuerzas. Hemos avanzado mucho, si hacemos una metáfora montañesa, quizás vemos que la montaña está más alta, pero miremos todo lo que hemos recorrido. Este país ha hecho cosas extraordinarias. Hemos hecho el 1-O cuando todo el mundo decía que sería imposible, hemos sacado millones de personas a la calle persistentemente, con una defensa impecable desde el punto de vista democrático. Aquí realmente ha habido una revolución de las sonrisas que ha puesto en jaque al estado español, y lo ha hecho cívicamente, pacíficamente, masivamente y democráticamente. Y eso es lo que nos ha permitido llegar hasta aquí. Todavía no hemos culminado el camino, pero tenemos que perseverar para acabarlo culminando porque querrá decir que tendremos las herramientas para que este país viva mejor.

¿Y qué le diría a un no independentista harto de oír hablar de independencia y que siente que el Govern no gobierna para él?
Que lo que necesitamos es poder gestionar todos los recursos. Cuando gestionamos los recursos nosotros, desde la proximidad, los países funcionan mejor, y Catalunya no es una excepción. Por lo tanto si Catalunya puede gestionar los recursos y tomar las decisiones de acuerdo con su realidad, podrá tomar mejores decisiones. En el Parlament de Catalunya constantemente tenemos debates sobre la situación de los autónomos, por ejemplo, o sobre las condiciones de trabajo de los trabajadores de nuestro país, sobre fiscalidad o energía, sobre las necesidades de incrementar el estado del bienestar, sobre las pensiones... En ninguno de estos aspectos tenemos capacidad de decisión. Para tenerla necesitamos la independencia de Catalunya. La independencia de Catalunya no es un cambio de bandera, no es un cambio del país que tenemos en el carnet de identidad, es un cambio para tener más oportunidades para todo el mundo.