Después de ser la candidata más votada con diferencia, Elisenda Paluzie (Barcelona, 1969) acepta el reto de presidir el Assemblea Nacional Catalana. La exdecana de la Facultad de Economía de la Universitat de Barcelona se erige en la voz de consenso que tiene que casar las dos almas del independentismo dentro de la entidad. Y que tiene que exigir al próximo Govern que avance hacia la implementación de la República. No obstante, ahora esta República la ve más lejos. Según su opinión, la renuncia de Puigdemont y la propuesta de Turull no ayudan a construir un relato republicano. Más bien escenifican el acatamiento a las órdenes del Estado.

Elisenda Paluzie - Sergi Alcàzar

¿Se siente más representada por el mensaje "ensanchar las bases" o "implementar la República"?
Se ha simplificado mucho. No me gusta el mensaje de ensanchar cuando se dice que no somos bastantes y no somos mayoría. Porque eso es mentira y terriblemente incoherente. Dos millones de votos el 1-O son más que los 1,9 millones de las elecciones del 2015. El 'sí' supera el 'no' clarísimamente. Es hacer trampa utilizar el 50% en unas elecciones multipartidistas. Por ejemplo, la número dos de los comunes es independentista. Si cogemos el 21-D, sólo podemos coger el 47,5% de 'sí' contra el 43% de 'no. El 1-O tuvo una participación superior al referéndum de la Constitución Europea. ¿Si para aquella cesión de soberanía valía ese porcentaje, por qué no vale el nuestro?

Pero en frente está el Estado español.
Hemos visto que el embate con el Estado es muy complejo, porque está dispuesto a muchas cosas para impedir la independencia. Y cuantos más seamos, mejor. Ampliar los apoyos es positivo, pero no ensancharemos desde una posición derrotista. No ampliaremos nada pensándonos que podremos ensanchar a través de la gestión de un Govern autonómico, con políticas sociales absolutamente tuteladas y limitadas. Cuando hemos visualizado cuan autoritario era el Estado, hemos sumado apoyos. Hay gente que se convirtió en independentista en la cola del 1-O.

Ampliar los apoyos es positivo, pero no ensancharemos desde una posición derrotista

¿Hay quien simplifica lo que supone implementar la República?
Debemos ser conscientes de que la ventana de oportunidad que supuso el 1-O no la hemos sabido aprovechar bien. Y no sabemos cuando aparecerá la próxima ventana. Pero haciendo marcha atrás discursiva, damos una sensación de inseguridad que no suma nadie. Más allá de decir que tenemos que hacer República, tenemos que concretar cómo hacerlo, cómo cada paso va en la dirección adecuada. Gran parte del independentismo ha quedado noqueado después de la represión y de que el Govern no defendiera la República. No tenemos que hacer sangre, pero sí analizarlo fríamente.

¿No entendió lo que pasó el 27-O?
Bien, creo que todavía no ha entendido a nadie. Yo ya no entendí la suspensión del 10 de octubre. Y al 27-O se llegó muy desgastado. Una periodista de la televisión letona, yéndose del Parlament el día 10, me dijo: "Habéis perdido el momentum". La fuerza la fuimos perdiendo a lo largo del mes esperando un diálogo que nunca fue real. Como todo tenía que ser secreto, tampoco tenemos todos los elementos para seber qué no pudieron o supieron.

Debemos ser conscientes de que la ventana de oportunidad que supuso el 1-O no la hemos sabido aprovechar bien. Y no sabemos cuándo aparecerá la próxima ventana.

Elisenda Paluzie - Sergi Alcàzar

¿Y la propuesta de Turull después de la renuncia de Sànchez es un paso en la dirección adecuada?
A esto responderé a título muy particular. Teníamos otra oportunidad para visualizar la vena autoritaria del Estado con una investidura del president Puigdemont, ilegalmente destituido. Además, el intento del Estado para detenerlo estaba debilitado por el informe del Consejo de Estado. No haciéndolo, das la sensación de que renuncias por la ofensiva del Estado. No estoy muy segura de que la propuesta de Turull vaya en la dirección adecuada.

¿Lo ve como un acatamiento al 155 y la represión?
Entiendo que la represión ha afectado muchísimo a los partidos y que ahora están demasiado agotados para volver a hacer un pulso, para volver a entrar en riesgos de encausamientos. De alguna forma lo entiendo, pero no lo comparto.

¿Ve el regreso al autonomismo que denuncia la CUP?
Desde el momento en que aceptan no investir el candidato más votado... No podrás hacer otra cosa. Cuando renuncias a Puigdemont, estás aceptando formar un Gobierno autonómico que estará bajo la tutela del Estado. Pero también los veo agotados de la batalla de octubre y la represión, y que no se sienten con fuerzas para seguir la batalla ahora.

Teníamos otra oportunidad para visualizar la vena autoritaria del Estado con una investidura del president Puigdemont

¿Hoy ve la República más lejos?
No la veo a meses vista, desgraciadamente. Pero no lo podemos prever todo. Pueden pasar cosas que no prevemos. Puede ser un juicio o las condenas que hagan que la gente se rebele. Pueden pasar cosas a nivel externo. Podría volver a abrirse una ventana de oportunidad que ahora no prevemos. En todo caso, la veo más lejos que el 3-O, pero mucho más cerca que hace dos años. Diez años atrás no había dos millones de independentistas. Se trata de trabajar para que algún día esta mayoría sea capaz de tener una victoria política.

En este contexto, ¿qué papel tiene que jugar la ANC?
La ANC tiene que mantener la tensión y la presión sobre los partidos para que como mínimo no se den pasos atrás, y sobre todo fortalecer todos aquellos elementos que nos lo hagan más fácil cuando haya otra ventana de oportunidad. Ahora no te puedo decir cuáles son, pero tengo algunas ideas, por ejemplo en el ámbito económico.

¿Por ejemplo?
Ahora hemos visto qué empresas están dispuestas a amenazar a los catalanes, a hacer presión, para que no se imponga la voluntad popular y del Parlament. Creo que a estas empresas no se las tiene que ayudar.

¿Un boicot?
No, no. No hablo de boicot, pero hay otras empresas que se han mostrado más autocentradas o neutrales, que no han hecho política. Para empezar, las empresas que han cambiado la sede ya no son empresas catalanas. Por lo tanto, ya no tienen que estar en los órganos de dirección de las patronales y entidades de la sociedad civil. Yo también espero que la ANC fiscalice que este Govern que se constituya no genere tratos de favor en aquellos sectores económicos que han hecho política. A veces han sido favorecidas por la Generalitat, como en las concesiones de autopistas.

No estoy muy segura de que la propuesta de investidura de Turull vaya en la dirección adecuada

Elisenda Paluzie - Sergi Alcàzar

¿A veces ha tenido la sensación de que la ANC ha sido más una muleta del Govern que un foco de presión?
En sus inicios hizo más presión, pero en otros momentos no lo ha hecho lo suficiente.

¿Por ejemplo en la última etapa?
No quiero ser injusta, porque la ANC jugó un papel en la introducción del referéndum en la hoja de ruta. Íbamos a una legislatura que no nos hubiera llevado a nada, y que con una excusa u otra hubiera acabado en otras elecciones plebiscitarias. Por lo tanto, el referéndum es una cosa que nos da mucha fuerza. La fortaleza con que la gente defendió las urnas ante la violencia policial, cómo resistieron en los colegios... Sobre esta fuerza tenemos que construir lo que vendrá. En eso la ANC fue muy importante.

¿Pero después no tanto?
Es cierto que en los últimos meses, cuando dentro del Govern había dudas sobre el referéndum, no se la escuchó con una voz fuerte y clara.

Los CDR cogieron esta fuerza porque quizás la ANC y Òmnium no estaba haciendo el trabajo

¿Se sintió un poco decepcionada?
Bien, en los días previos al 1-O la gente se autoorganizó y surgieron los CDR. Cogieron esta fuerza quizás porque la ANC y Òmnium no estaban haciendo el trabajo. También es más fácil hacer según qué acciones sin tener un NIF. Al final fue bien. Pero es cierto que la ANC perdió un poco de empuje, el punch de la vanguardia.

¿Cómo debe trabajar la ANC con estos nuevos actores, como los CDR o Universitats per la República?
Se tiene que colaborar, no se tiene que querer la hegemonía. Cada uno tiene su rol y tenemos que respetarnos. Tenemos que evaluar en qué momentos tenemos que colaborar más estrechamente y en qué momentos centrarnos en aspectos más determinados.