Hace un año y medio que David Borrell tomó el relevo como jefe operativo de los Bombers de la Generalitat, en plena crisis en el cuerpo y con un contexto político complicado. Sin suficientes bomberos, con una ruptura interna con los voluntarios, con medios obsoletos, parques cerrados, carencias en el material y vestuario. Este era el dibujo el verano del 2018, cuando Borrell coge las riendas junto con un nuevo equipo y bajo el paraguas político de Manel Pardo como director general.
Este verano ha sido el peor. Los bomberos estaban bajo mínimos y los fuegos de Ribera d'Ebre y Capellades tensaron la situación hasta cerrar una campaña de las más duras de los últimos años, difícilmente superable.
Esta semana el Govern ha aprobado la convocatoria de 250 plazas para incrementar la plantilla de las 650 previstas en total en dos años. Actualmente hay 2.200 bomberos. El objetivo es llegar a 3.000. Además, hay 1.400 bomberos voluntarios en activo. La incorporación de los efectivos es uno de los puntos del Plan Estratégico para el despliegue del proyecto de los Bombers y que prevé acciones hasta el 2025. Un año y medio después de fijar objetivos y de la entrada de la nueva cúpula operativa de los bomberos, hacemos balance con David Borrell.
¿Cómo ha evolucionado el cuerpo en el último año y medio?
Hace un año y medio nos encontrábamos en el pozo. Estábamos en una situación muy crítica. Y el cuerpo todavía está en una situación difícil, porque, aunque ha habido un cambio de tendencia muy importante, eso no se normalizará hasta de aquí un año. Dijimos que tardaríamos dos años en ver cambios significativos y, aunque estamos haciendo muchas acciones, como la entrada de 650 efectivos nuevos, el tiempo de incorporación es lento. Exactamente pasa lo mismo con los vehículos. Hemos licitado 90 bombas rurales y 200 vehículos ligeros, pero eso no se empezará a notar hasta esta primavera y en verano. Todo es muy lento. Hemos hecho lo que queríamos hacer, en buena medida, pero está siendo muy lento.
Por lo tanto, la campaña del 2020 ya habrá mejor dotación...
Sí, la peor campaña con respecto al estado del cuerpo ya la hemos pasado, fue el 2019. En 2020 prevemos una campaña donde ya tendremos 150 efectivos que se incorporan en mayo, tendremos algún camión nuevo, no demasiados, tendremos prácticamente toda la flota de vehículos ligeros de los parques nueva y, por lo tanto, las perspectivas ya son un poco mejores que el anterior, sin poder tirar cohetes.
La peor campaña con respecto al estado del cuerpo ya la hemos pasado, fue el 2019
¿Y esta última campaña cómo la vivisteis?
Con respecto al personal, el peor verano que podíamos tener. Con respecto a los recursos materiales, un verano muy duro. Por suerte, sí que conseguimos que el Departament d'Interior y los sindicatos llegaran a un acuerdo y eso permitió trabajar con normalidad, de poder dar respuesta a las coberturas, porque se requirieron muchas horas extraordinarias y que la gente viniera fuera de su horario para poder cubrir el día a día, y gracias al acuerdo se pudo trabajar con normalidad, con paz social, pero con mucha dificultad de personal y material. Sin embargo, donde hemos empezado a cambiar dinámicas es en potenciar los centros de mando. Hemos conseguido establecer un liderazgo en los incendios forestales a través de los centros de mando en los dos incendios potencialmente más peligrosos, el de Ribera d'Ebre y el de Capellades, con la idea de reforzar el mando y todo lo que conlleva. El staff del centro de mando está mucho más clarificado, hemos empezado a establecer planes de acción escritos y conocidos por los mandos. Hemos tratado de profesionalizar los centros de mando.
¿Los parques de momento no se han tocado, con las carencias que tenían?
Los ejes del proyecto 20-25 eran normalizar la situación del cuerpo en cuanto a material, vehículos y personal, así como mejorar la coordinación de las emergencias en el país. Y en este sentido, vamos avanzando, y de las acciones que nos habíamos previsto para el 2019, hemos cumplido aproximadamente un 80%. Teniendo en cuenta que no ha habido presupuestos, hemos hecho buena parte del trabajo que teníamos previsto.
Hemos tenido una buena sintonía entre la dirección política del departamento y el nuevo equipo
Los jefes técnicos saben lo que se tiene que hacer y lo que se necesita, pero a la vez tiene que haber una voluntad política. ¿Cómo se ha trabajado durante este tiempo para resolver las carencias?
Hemos tenido una buena sintonía entre la dirección política del departament, el Govern y el nuevo equipo. Nosotros entramos con dos condiciones básicas: poder trabajar con un equipo que pudiéramos escoger libremente y con un proyecto que estaba establecido, un proyecto operativo, y que se diera apoyo a este proyecto. Y eso es lo que se ha hecho. Estamos contentos porque lo que hemos pedido es con la dirección con la cual se está trabajando.
¿Cómo ha afectado el contexto político al cuerpo de bomberos?
Mucho. En los últimos años, muchísimo. En el último año y medio ha afectado porque no ha habido presupuesto, pero aun así ha sido brutal el empuje que se le ha dado. Eso sí, antes, ha sido un desastre. Tuvimos la crisis de Horta de Sant Joan, con la crisis política e institucional que comportó; después la crisis económica, no toda la función pública se vio afectada. Después tuvimos la crisis política con el 155, que tampoco ayudó. Hemos tenido una situación que no nos ha ayudado. Ahora, a pesar de eso, este último año y medio notamos que el Govern ha entendido que tiene que impulsar este plan porque es lo que le conviene al cuerpo y, en definitiva, lo que le conviene al país.
Con los bomberos voluntarios hay una crisis de hace tiempo
¿Cómo tomas la coordinación con los bomberos voluntarios?
Con los bomberos voluntarios hay una crisis de hace tiempo. Estamos tratando de revertirla. Básicamente lo que queremos es que los parques de bomberos voluntarios vuelvan a ser operativos, y en este sentido estamos trabajando codo con codo con el consejo de bomberos voluntarios para revertir la situación. Está el compromiso de que el primer trimestre de este año saldrá una convocatoria y queremos exactamente sacar convocatorias de manera anual para estabilizar la plantilla de bomberos voluntarios y, al mismo tiempo, activar la participación de los bomberos voluntarios. Ahora entrará en funcionamiento una app donde se registra la disponibilidad y se permite activar los parques de bomberos.
¿Se han cambiado dinámicas de coordinación?
Con quien nos relacionamos más es con Protección Civil, por todo lo referente a las relaciones con los propios planes y el sistema de Protección Civil; y hemos cambiado mucho la dinámica. Hemos generado una comunicación diaria de cuáles son las situaciones de riesgo y, por lo tanto, cuál es la propuesta de actuación de los planes que se desprenden y cuál es el refuerzo interno de Bombers que hacemos para dar respuesta a este riesgo. Antes sólo era una relación en formato de activaciones a través de correos y ahora tenemos una guardia dentro de Bombers que hace este seguimiento de localización de cada día, de llamar cada día al responsable de Protección Civil y, por lo tanto, la relación es muy estrecha y cuando Protección Civil activa un plan, nosotros ya hemos previsto el refuerzo de personal 24 horas antes y hacemos una guardia mucho más proactiva y nos anticipamos a estas situaciones de emergencia.
¿Y con los Mossos, los Agentes Rurales y los ADF?
Realmente, con Agentes Rurales y Mossos, con el grupo de orden, la relación que tenemos es correcta y la coordinación ya se hacía correctamente antes, y en este sentido poco hemos aportado. Una de las novedades que hemos establecido es cuando hacemos un plan de acción nuevo y cuando lo comunicamos a los otros grupos actuantes y en este sentido las reuniones de coordinación son mucho más funcionales y útiles y aquí se ve reflejado tanto Mossos como Rurales, como cualquier otro grupo, el SEM, que trabaja conjuntamente con nosotros.
En estos dos primeros años conseguiremos la normalización
¿Este plan es sólo el principio?
El proyecto es hasta el 2025. Lo que hemos hecho es poner los diferentes objetivos, y las acciones que tenemos que hacer cada año las tenemos planificadas año a año. Vamos auditando según iba avanzando el plan. En estos dos primeros años conseguiremos la normalización. Los efectos primeros y visibles que serán camiones nuevos y personal, tardarán dos años. Dentro de medio año empezaremos a ver cosas. En el 2025 esperamos que estaremos con una plantilla de profesionales por encima de los 3.000 bomberos. Las plantillas de bomberos voluntarios, activas y dinamizadas. Con el personal de administración y de apoyo normalizado.