El conseller de Salut, Toni Comín, ha pedido hoy “rebajar la alarma”, ante las 40 complicaciones del enterovirus que ha obligado al departament de la Generalitat a activar un protocolo especial de actuación, liderado desde el hospital Vall d'Hebron. Con 9 de 40 casos que han requerido el ingreso a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), Comín ha revelado que uno de ellos sería grave y los otros estarían evolucionando correctamente.

El enterovirus, que se contagia por contacto y vía respiratoria, es un patógeno habitual que acostumbra a tener un impacto leve sin secuelas. Ahora, sin embargo, amenaza con complicaciones clínicas de tipo neurológico y “la preocupación de los médicos es que eso no derive en encefalitis”, es decir, la inflamación del encéfalo. En cualquier caso, Comín ha pedido acudir al pediatra en caso de sintomatología –fiebre, confusión, sueño, sensibilidad a la luz– así como tomar “las medidas de higiene habituales”.

Las sensaciones son importantes, y desde el Govern se ha intentado transmitir calma. “Desde hace muchos días todo el sistema asistencial permite actuar con bastante vigilancia”, ha remachado en una entrevista en Catalunya Ràdio. Además, el conseller ha anunciado que este jueves se producirá una comunicación conjunta con médicos y responsables asistenciales con toda la información de tipo clínico y médico.  

“Desprivatizaciones”

La decisión de la conselleria de cerrar dos clínicas privadas del Vallès Occidental, que asumían parte del servicio público, ha generado polvareda. Comín ha reivindicado que “el principio general de ordenación sanitaria es muy claro” y es que “usted puede contar con proveedores privados siempre que los necesite”. “Como tengo capacidad disponible en el Vallès –en referencia a que Parc Taulí y el Hospital de Terrassa dicen que pueden asumir esta parte de la asistencia sanitaria– no puedo mantener contratos que no necesito con operadores privados".

Que también lo avaló el exconseller Boi Ruiz y, por lo tanto, “ya se comunicó que las cosas irían por aquí”. El conseller ha asegurado que “nadie se quedará en la calle”, después de que las clínicas hayan anunciado un ERE de más de 200 personas, porque se trasladarán, junto con sus funciones” de un centro hacia el otro. Con respecto a los enfermos, concretamente, se iniciará el proceso, que durará un año, el 16 de agosto.

Ahorrar. La medida, para el Departament de Salut, se entiende que supondrá un ahorro económico para las arcas públicas. “Los mismos médicos harán la misma actividad, pero dejaremos de pagar comisión”, ha señalado, matizando que “nos ahorraremos los costes de intermediación por el hecho de que la actividad fuera en la clínica del Vallès”.