La incertidumbre política generada por la tensión entre los gobiernos español y catalán, con la intervención de las instituciones catalanas y las elecciones del 21-D de por medio, no ha calmado el optimismo del empresariado ante la recuperación económica. Los movimientos del gobierno de Rajoy en Catalunya no han condicionado las buenas perspectivas de los directivos, que prevén una subida de las ventas y un aumento de la inversión.

Es lo que se extrae del informe Perspectivas España 2018, que ha sido elaborado por la auditoría suiza KPMG con la participación de la CEOE. Tres de cada cuatro directivos de empresas catalanas (78%) prevé aumentar las ventas este ejercicio y más de la mitad de los empresarios consultados en Catalunya (53%) ve posible una subida de las inversiones en 2018, tanto por lo que se refiere a nuevas tecnologías como para la generación de nuevos empleos (38%).

El informe, en su decimocuarta edición, se realizó en noviembre y diciembre de 2017, en el momento de máxima presión sobre Catalunya, tras la aplicación del 155 y aún pendientes de los resultados de las elecciones del 21-D, que eran toda una incógnita. El informe pregunta a 256 empresarios establecidos en Catalunya y a un total de casi 1.900 en el conjunto de España.

Entusiasmo económico

Los datos desmienten el discurso del Gobierno, que señaló una alta preocupación del empresariado catalán y que facilitó el cambio de sede social de las empresas radicadas en Catalunya. De hecho, sólo un 24% de los directivos en Catalunya valora la situación negativamente. La mayoría la califica de regular (44%) o bien positiva (32%).

En el conjunto de España, las valoraciones también son positivas en términos generales. Un 60% califica la situación de buena o excelente, mientras que un 37% la ve más bien regular. Sólo un 3% ve las condiciones políticas de forma negativa.

El Brexit, una amenaza

El empresariado se mantiene en alerta por el Brexit. Entre las consecuencias más preocupantes para las empresas, entre la mitad de empresarios las barreras arancelarias y la contracción de la economía del Reino Unido. Le siguen los posibles cambios regulatorios (46%) y una caída de la libra (43%).

Cuando se pregunta por las principales amenazas para la economía, una mayoría entonces reconoce la incertidumbre política (82%) como prinicipal factor de inestabilidad, seguida de las tensiones geopolíticas (40%) y de los riesgos que pueda generar el fin de la política monetaria expansiva por parte del Banco Central Europeo (34%).