El Ministerio de Justicia ha empezado los trámites administrativos que harán que Carmen Martínez-Bordiú, la nieta del dictador, se convierta en duquesa de Franco. Aunque desde el PSOE e Izquierda Unida han pedido en varias ocasiones la supresión de este ducado, todo apunta a que a finales de año la nieta de Franco obtendrá este título, según la Cadena Ser.

El título de duquesa de Franco fue concedido a la mujer del dictador por el rey Juan Carlos el año 1975, pero los títulos nobiliarios no pasan automáticamente de padres a hijos cuando los primeros mueren. El Ministerio de Justicia es el encargado de la aprobación de la rehabilitación de los títulos y, en el caso de la nieta del dictador, el Gobierno español ha aprobado su renovación.

Después de que haya finalizado el mes preceptivo desde la publicación en el BOE de la solicitud para quedarse con el título, ningún otro familiar del dictador ha reclamado el ducado y, en consecuencia, este recaerá en manos de Martínez-Bordiú.

Actualmente, la concesión de honores corresponde al rey Felipe VI, tal como establece el artículo 62 de la Constitución. Sin embargo, esta competencia está sujeta a la ley, lo que hace que la decisión final y práctica recaiga en el Gobierno español, que es el que tiene la competencia única y exclusiva.

Según el experto Marcial Martelo de la Maza, actualmente la nobleza no dispone de ventajas reales, sino que los títulos son simbólicos y honoríficos, "un reconocimiento especial para políticos, empresarios, científicos, deportistas o gente del mundo cultural". Entre estos duques se encuentran personajes como el pintor Salvador Dalí, el escritor Camilo José Cela, el entrenador Vicente del Bosque y el científico Valentín Fuster. Por este motivo, el PSOE e Izquierda Unida consideran que la nieta del dictador no es merecedora del ducado, pero no han conseguido parar la concesión.