En la sede del PP la noche empezaba con muy malos augurios. Por eso, cuando pasadas las once de la noche la suma del bloque de la derecha -con Cs i Vox- dejaba la alcaldía de Madrid en manos del candidato del PP, José Luis Martínez-Almeida, y descabalgaba a Manuela Carmena, los gritos de la primera planta de la sede de Génova se han oído hasta la calle. Igualmente, la suma de las fuerzas de derecha han abierto a la candidata al gobierno madrileño, Isabel Díaz Ayuso, la posibilidad de retener al ejecutivo autonómico.

A pesar de perder las elecciones europeas y perder poder poder municipal y autonómico, el PP acababa de esquivar al fantasma de un hundimiento histórico. Había resistido. Ciudadanos no había conseguido el sorpasso y, a parte de Madrid, conservaba los gobiernos de Castilla-León y Murcia. "Mañana empieza todo. El PP ya ha iniciado la remontada. Hemos vuelto", ha proclamado el líder del partido, Pablo Casado, que los últimos días había visto cómo se cuestionaba no sólo su futuro, sino el de la formación popular.

"Aquellos que decían que nos querían suplantar ya han visto que aquí hay PP para muchos años, para muchas décadas", ha advertido. El Partido Popular, según su líder no está amortizado, porque "PP sólo hay uno y los españoles han decidido votar al original, al único partido de centro derecha de Espanya". "Por mucho que intenten cantar al karaoke nuestros grandes éxitos", ha ironizado en referencia a Ciudadanos.

De madrugada, los populares han tenido que improvisar un pequeño escenario delante de la sede de la calle Génova desde donde ha comparecido el presidente de la formación, acompañado del candidatos a la alcaldía y la comunidad madrileña, además de la candidata a las europeas, Dolors Montserrat.

Rápidamente se han empezado a repartir banderas españolas y del partido, mientras algunos de los dirigentes conservadores sacaban la cabeza por la ventana para celebrar la victoria con decenas de personas que se empezaban a concentrar en la calle.

En opinión de Casado, los resultados indican que tienen que liderar no sólo la oposición sino una alternativa para recuperar el Gobierno español. "No somos una pompa de jabón, un fuego artificial, que cuando pasa el ruido y el color queda en nada," ha asegurado en una nueva referencia al partido naranja.

 

Dentro de la sede, fuentes del PP hacían recuento de los daños y destacaban que la derecha también podía gobernar, junto con el PAR, en Aragón, y en la ciudad de Zaragoza, que resistían, en la comunidad de Murcia, a pesar de la victoria del PSOE, y en la capital murciana, que mantenía Oviedo, y también Cáceres y Badajoz... "Incluso en Barcelona, que decían que desaparecíamos, tendremos dos", aseguraba una responsable del partido.