La impresión que dan las portadas de hoy es que los diarios habían escogido el resultado del debate de candidatos antes de que se produjera, o bien que quieren vendernos sus preferencias a la hora de informar de la contienda televisiva. Si antes del llamado "debate decisivo" hubieras hecho el pronóstico de los ganadores según cada diario, habrías acertado: coincidiría con lo que se ve en las primeras páginas de hoy. En fin, quizás todo esto es poco científico, aunque no deja de ser curioso qué fácil es acertar las portadas.

También llaman la atención las contorsiones y cabriolas de los titulares para dejar caer el mensaje que encaja con los deseos electorales de cada cabecera y parecer imparciales. La Vanguardia titula con dos hechos con que estará de acuerdo cualquiera que haya asistido al debate. Efectivamente, Sánchez rehusó el pacto con Ciudadanos y las derechas se pelearon. Escrito así, sin embargo, parece que una cosa sea consecuencia de la otra, por una parte y, de otra, parece un poco obvio que en el debate se pegó todo el mundo contra todo el mundo, cómo es natural en un acontecimiento así. Queda un poco extraño.

El PaísAra, en cambio, escogen sólo uno de esos dos elementos para su titular de portada. El diario madrileño opta por la trifulca entre Casado y Rivera, como queriendo decir que Sánchez está por encima de la bronca —cosa que lo deja muy presidencial. El diario barcelonés prefiere abrir con el rechazo de Sánchez a un acuerdo con los de Rivera. El Periódico pasa de los hechos y titula con una valoración encomiástica de Sánchez —se conoce que no se fían de sus lectores y quizás sospechan que si solo les explican los hechos podrían llegar a otra conclusión no controlada.

En El Mundo, el mismo debate tiene el resultado contrario. Se ve que quien se peleó fueron Sánchez y Rivera y quien queda por encima del embrollo es... Casado. ABC, en cambio, nada y guarda la ropa: dice que el perdedor es Sánchez y que los dos líderes de la derecha "se imponen".

El domingo se sabrá si, entre los electores, los debates han decidido alguna cosa y cuál. O no se sabrá nunca. Lo que no ha cambiado nada, como queda claro hoy, son las actitudes de los diarios. Entre todos esos relatos divergentes, que hacen pasar las valoraciones por información, flota una pregunta. ¿Hay que explicar estos debates en términos de ganadores y perdedores, como un partido de fútbol o como una carrera de caballos? A la vista que de un mismo debate se concluye una cosa y las contrarias —según el diario que leas— queda un poco ridículo.

LV

EP

AHORA

EPC

EPA

ME

ABC