"Las redes sociales se han convertido en un terreno de cultivo para la catalanofobia". Esta es una de las conclusiones del informe del Síndic de Greuges, Rafael Ribó, que hoy ha entregado a la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y que denuncia la circulación de comentarios y expresiones ofensivas sobre hechos especialmente graves, principalmente en la red social Twitter. Uno de los casos más sonados, y al cual el Síndic ha hecho referencia, son los insultos catalanofóbicos contra las víctimas del accidente aéreo de Germanwings. También, durante la celebración de la final de la Copa del Rey 2015, se publicaron tuits injuriosos después de la pitada al himno español por parte de seguidores del Athletic de Bilbao y el FC Barcelona.

Según Ribó, las expresiones catalanofóbicas no son inusuales y aisladas, sino todo lo contrario. Ha evidenciado que se producen de manera habitual y sin consecuencias jurídicas, aunque el Código Penal incluye "el discurso del odio como un delito punible desde julio del 2015", especialmente en los casos de discriminaciones sexuales, religiosas y de identidad de género. Por eso, el Síndic ha querido dar ejemplo y transmitir los tuits ofensivos en la Fiscalía del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC). Por otra parte, el Síndic alerta de los insultos injuriosos y banalizadores del nazismo.

Pero no toda la catalanofobia está en Twitter. Es el caso de la última denuncia gestionada por Ribó, en el que se difundió un pasaporte equino con el nombre Catalán de mierda, aplicado a un caballo. En este caso, el Síndic abrió una actuación de oficio y la trasladó a la defensora del pueblo porque promovía "directamente o indirectamente la hostilidad, la discriminación o la violencia contra un grupo por su origen nacional".