Regusto amargo en la sede del PP. Génova está medio vacía, y con el escrutinio prácticamente a punto de terminar, los de Mariano Rajoy perderían alrededor del 44% de sus diputados, de 186 a 122, y también un porcentaje de voto del 44% al 28% actual.

"Parece que hemos ganado", ha dicho el líder del PP en el Parlament de Catalunya, Xavier García Albiol, desde el Hotel Grand Marina de Barcelona. En Catalunya los populares se vuelven residuales, y pasarían de los 11 diputados a 5.

El lastre del litoral

El tradicional feudo del PP, la Comunidad Valenciana, ha sido uno de los principales batacazos a nivel estatal, al perder 9 diputados de los 20 que habían logrado en 2011. La comunidad presidida por el socialista Ximo Puig confirma, pues, la implantación de las fuerzas de izquierdas que se había empezado a vislumbrar en las pasadas elecciones autonómicas. Del 53,32% de los votos en los comicios de hace cuatro años, los populares han pasado al 31,32%.

En Galicia, comunidad de origen del todavía presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, también se han derrumbado. De la mayoría absoluta en votos que habían obtenido en 2011 (52,53%), los populares sólo han conseguido revalidar la primera posición con un 31,32%. De 15 diputados han pasado a 10.

En Baleares, las cifras se parecen enormemente a las de la Comunidad Valenciana. Allí, los de Rajoy han perdido también un 20% de los votos, y han pasado de enviar 5 diputados enviar 3.

La España castellana

Una de las razones más importantes para entender por qué el PP puede perder la Moncloa esta legislatura, se encuentra en la brutal caída del voto de los ciudadanos de Castilla y León, Castilla-La Mancha y la Comunidad de Madrid. Si 4 años atrás habían enviado, en total, 54 diputados populares, ahora han pasado a enviar 39. Estos resultados, sin embargo, no reflejan bien la caída en el porcentaje de voto. En todos los casos han pasado de la mayoría absoluta, de entre un 50-55% de los votos, a tener menos de 40%, entre 33% y 39%.

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