La coordinadora general del partido heredero de CDC, el Partit Demòcrata Català, Marta Pascal, y el portavoz de la formación en el Senado, Josep Lluís Cleries, presentarán este viernes un recurso en el Tribunal Constitucional contra la decisión de la Mesa del Senado de impedirles constituir grupo parlamentario propio en esta legislatura.

La Mesa del Senado, con mayoría absoluta del PP, tomó el pasado 1 de agosto esta decisión y los cuatro senadores de CDC pasaron a formar parte del Grupo Mixto junto a otros 12 parlamentarios (ahora, también junto a Rita Barberá, que ha dejado el PP).

El partido catalán había tratado de evitar esta situación mediante el préstamo de senadores de otros partidos, una práctica habitual en la Cámara Alta que en esta legislatura le permite por ejemplo al PNV tener grupo, gracias a la cesión de cuatro senadores del PP. Los 'prestados' vuelven unos días después a su grupo de origen.

El Reglamento del Senado exige un mínimo de diez componentes para formar grupo propio; CDC se quedó sólo con cuatro senadores tras las elecciones de junio, por lo que necesitaba sumar seis más y buscó la ayuda de otras formaciones. La obtuvo de ERC, Coalición Canaria, Bildu y la Agrupación Socialista Gomera, dispuestos a prestarle esos senadores.

Pero la Mesa rechazó la propuesta. Su vicepresidente primero, Pedro Sanz (PP), explicó que el grupo que pretendía formar CDC "más bien parecía un grupo mixto" por la variedad de componentes. Reconoció que existen dos precedentes en anteriores legislaturas en las que se permitió a partidos con cuatro senadores formar grupo, pero que la intención de la Mesa es acabar con esta práctica que, a juicio de este órgano, vulnera el Reglamento.

Sanz expuso que aceptar el grupo parlamentario de Convergència abría la puerta a hacer lo mismo a otras formaciones en situación similar. Por ejemplo, Ciudadanos cuenta con tres miembros en el Senado y podía también intentar recurrir a siete parlamentarios de otros partidos para salir del Grupo Mixto en el que está. "Había que poner coto a esta situación", ha insistido el vicepresidente de la Cámara.

Para la decisión, la Mesa del Senado contó con un informe de los servicios jurídicos que insistía en los precedentes de situaciones similares, pero que reconocía que la decisión última estaba en manos del órgano de control de la Cámara, que debe guiarse por el Reglamento. "Era un fraude al Reglamento y la Mesa podía ser cómplice", insistió Sanz en su día.

El vicepresidente aseguró que los argumentos jurídicos fueron los fundamentales para tomar esa decisión y garantizó que si Convergència hubiera contado con seis senadores, como el PNV, no hubiera habido ningún problema.

Sin embargo, el que fuera presidente de La Rioja admitió que existen otros motivos políticos que "también están ahí", ya que no se trata del "mejor momento" para "saltarse las normas" en una Cámara territorial como es el Senado.