El Mundo ponía cara de perro de barraca este martes. El traslado de los presos políticos a prisiones catalanas le ha puesto de mal humor y el tabloide nacionalista español ha hecho una portada de gesto torcido, donde lo más difícil es encontrar alguna información: ni uno solo de los cuatro titulares sobre la cosa és cierto. Eso sí, suman al sonsonete que hacen circular PP y Ciudadanos: que Pedro Sánchez paga con ese traslado el voto de los "separatistas", que van a prisiones "de cinco estrellas", que la Generalitat les otorgará beneficios penitenciarios, etcétera.

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Todo está bien calculado para poner a los lectores como una moto. El verbo "ceder" señala a Sánchez como un gobernante débil, vencido, de pacotilla —y no muscular, irreductible y granítico como el anterior, se insinúa, con el apoyo de la frase bajo la cabecera ("Las concesiones de los débiles son las concesiones del miedo"), del político conservador inglés Edmund Burke..

En realidad, Sánchez sólo cumple la ley, como hace el mismo juez Pablo Llarena al firmar las autorizaciones de traslado. Si uno "cede"... ¿el otro también? No tiene ni pies ni cabeza.

La peor trola

El titular sigue diciendo que se entrega "el control de los presos" al "separatismo", en lenguaje cuartelero o de aroma mafioso, como si se tratara de una especie de intercambio de prisioneros por nada. También tiene lo suyo llamar "cabecillas del 1-O" a los presos, con el mismo aire que Roberto Alcázar y Pedrín llamaban "mastuerzo" y "bribón" a los malos de uno de los cómics franquistas por excelencia. También se cuidan de añadir que el traslado se produce "al mes de recibir el apoyo de los independentistas para ser investido". Como queriendo decir que Sánchez vende la patria por el cargo.

Encima, el director general de Prisiones de la Generalitat es independentista y lleva lazo amarillo, avisan en un destacado. Qué extraño, qué horror, qué mal todo: ¡en un Gobierno indepe hay un director general indepe! Y como es indepe, seguro que perpetrará todo tipo de negligencias e infracciones en favor de los presos políticos. Chimpún.

La peor trola de todas, sin embargo, es la última y de más éxito entre la hinchada unionista: que la Generalitat "podrá otorgar beneficios penitenciarios" a los presos políticos. A ver. A los presos preventivos no se les puede aplicar ningún beneficio penitenciario. Es fácil de comprobar: basta buscarlo en Google. Además, lo han recordado este martes la consellera de Justícia, Esther Capella, y los abogados Andreu Van den Eynde (el de Junqueras y Romeva), y Gonzalo Boye (del equipo jurídico de los exiliados).

La Generalitat tiene transferidas las competencias en materia penitenciaria, ha aclarado Boye, pero no puede acordar su excarcelación ni la concesión de beneficios penitenciarios (permisos de salida, por ejemplo), ni la progresión de grado, que no son aplicables a los presos preventivos.

El mundo al revés

Entonces ¿por qué esta serie de mistificaciones? La portada de un diario suele hacerse en una reunión de personas en pleno uso de sus facultades mentales, generalmente sobrias y con títulos universitarios, que deliberan sobre los hechos del día para escoger los más relevantes y explicarlos tal como son. ¿Puede equivocarse tan groseramente un grupo de profesionales tan cualificado o es que tomaron la decisión de equivocarse deliberadamente?

Peor todavía, la portada deja en el aire la duda de si en el diario madrileño entienden el proceso judicial a los "cabecillas del 1-O" y las prisiones preventivas como la aplicación de justicia o como un castigo y/o una revancha, sometidos a decisión política del gobierno español. Quizás porque creen que bse trata de lo último piensan que la Generalitat hará lo mismo, pero al revés.

Al final, esa portada confirma que los "cabecillas" son presos políticos y los mismos que lo niegan son quienes mejor lo argumentan.

A estas alturas, sin embargo, nadie se extraña. Antes de abrir la boca, ya se les han visto los dientes.