El próximo 7 de noviembre, Cornellà vivirá el congreso fundacional de Demòcrates de Catalunya. Un partido construido por los independentistas expulsados de Unió Democràtica de Catalunya. Si a este nuevo partido se le define como una start-up del proceso por la forma de construirlo, ahora sus promotores buscan una otra etiqueta: la de renovadores de la democracia cristiana.
Así lo indica la Ponencia Manifiesto Fundacional, a la que ha tenido acceso El Nacional, que en cuatro páginas pone al día, moderniza y supera algunos debates de la democracia cristiana no dogmática, como el concepto de familia y el papel ante la economía de mercado. El manifiesto da la vuelta como un calcetín a la imagen que actualmente ostentaba la marca de la democracia cristiana en Catalunya.
Socialcristianos y social liberales
Esta ponencia ya la han recibido los voluntarios y asociados a la nueva formación y se encuentra en proceso de debate. Este documento enmarca el partido en la "ideología de base socialcristiana y social liberal". Un doble pivote que permite a la nueva formación picar de socialdemócratas de raíz humanista como de los defensores de la economía de mercado marcada de cerca por los poderes públicos en beneficio de la comunidad. Una revisión del personalismo comunitario de Emmanuel Mounier.
Independencia como "compromiso ético"
También se describe como desacomplejadamente independentista al considerar la independencia como "un compromiso ético como único futuro posible para el país". DemoCat defiende un nuevo Estado independiente, que en ningún caso describe como república, por "responsabilidad con los conciudadanos y las futuras generaciones".
Apertura a las nuevas familias
El pensamiento de DemoCat rompe uno de los tabúes de la democracia cristiana con respecto a la familia y sus "diversas concepciones". En este sentido, exige un país "que respete todas elecciones de las personas fruto de su libertad individual". La ponencia defiende a las "familias en toda su pluralidad y diversidad" y les quiere otorgar "el papel central que merecen".
La revuelta económica contra la riqueza inmoral
La nueva democracia cristiana catalana utiliza palabras como "rebelión" y llamamiento a luchar contra "las inmoralidades" que suponen los "desequilibrios y la miseria económica y social". Asimismo, fija como objetivo programático "exigir a los gobiernos no ser rehenes de los poderes financieros". DemoCat imagina un modelo económico basado en "la economía social de mercado".
DemoCat sube el tono y se erige como una formación beligerante contra la injusticia de los mercados. De esta manera clama "construir una sociedad que considere indigna e inmoral aquella riqueza material obtenida a costa de la dignidad de las personas y de la sostenibilidad del medio, tanto en nuestra casa como por todas partes". Añade a la ponencia la lucha para convertir Catalunya en un paradigma de la "revolución del conocimiento".
La digna conducta moral de los dirigentes
El manifiesto de DemoCat parte de la premisa que los "dirigentes tienen que tener una conducta moralmente digna". “La honestidad es una virtud a ejercer siempre, no tan sólo ante el público", remacha el documento. De igual manera encomienda la ciudadanía a ser "unas personas cívicas y estrictas en su responsabilidad fiscal y con una tolerancia nula al fraude; unos ciudadanos responsables en el uso de los servicios públicos".
Por otra parte, condena las "puertas giratorias" y plantea los principios de subsidiariedad y transparencia y la limitación de mandatos como base de la futura democracia. "Hay que votar más y mejor", insiste.