El cantautor y activista independentista, Lluís Llach, ha cargado contra la estrategia que está siguiendo el Govern para responder al caso CatalanGate. El presidente Pere Aragonès hoy ha anunciado que enfriará los contactos con el Gobierno y no "normalizará las relaciones" hasta que den explicaciones. Esta amenaza no es bien recibida por Llach: "Virgen, las relaciones no son normales hace cuatro siglos". El cantautor ha asegurado que "el grave error" del diálogo, es "no hacer nada que obligue al adversario a necesitar" la interlocución. También ha criticado que el ejecutivo de Aragonès no haya tomado medidas políticas, sino que sólo haya anunciado represalias legales. Ya que las medidas legales es "cuestión de encontrar buenos abogados". En cambio, las medidas políticas "son cuestión de buenos políticos".

La respuesta del Gobierno al espionaje contra los líderes independentistas da lugar a interpretaciones abiertas: las relaciones no están rotas, pero la confianza está "dañada", y para restaurarla, tiene que ser la Moncloa quien se encargue de la reparación. Así lo ha dicho el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en una intervención después de una reunión acompañado de todos los miembros del Gobierno desde el Palau de la Generalitat: "La confianza con el gobierno del estado es mínima, se hace realmente difícil confiar en quien todo apunta que te ha estado espiando". Así pues el Gobierno considera que hasta que no se aclare y se sepa la verdad sobre el CatalanGate, las relaciones no se normalizarán: "La pelota está en el tejado del estado", ha insistido Aragonès, que ha reclamado al estado reparar la relación con transparencia y asunción de responsabilidades, y ha anunciado que también ha pedido una reunión con Pedro Sánchez para aclarar "cara a cara" el sucedido y por saber hasta qué punto tenía conocimiento.

¿Ahora bien, significa eso que la mesa de diálogo se ha congelado o que no asistirán a la conferencia de presidentes? La respuesta no es muy clara. Aragonès ha reconocido que ahora es muy difícil que estén "las condiciones para avanzar" y que la mesa "ha quedado afectada", aunque la mesa ya estaba sin fecha antes de estallar la polémica. Y de la conferencia de presidentes, ha recordado que habitualmente ya no asiste, más allá de cuándo se han tratado temas como la pandemia o la guerra de Ucrania.

En paralelo, desde la Moncloa intentan apagar el fuego. Durante las últimas horas, los equipos de Pedro Sánchez y Pere Aragonès han intercambiado "algún mensaje", según remarcan fuentes del ejecutivo central, que remarcan que "trabajarán para restablecer la confianza" con la Generalitat. En este sentido, la Moncloa recuerda que ha dado "muestras claras e inequívocas de la voluntad de diálogo" y que han "trabajado mucho por la desjudicialización. En público, este martes al mediodía, la ministra-portavoz Isabel Rodríguez ha querido quitar hierro a las consecuencias de las informaciones hechas públicas. Ha aprovechado la ocasión para remarcar los "esfuerzos" hechos desde el Gobierno al "trabajar para la desjudicialización y la superación, el conflicto en Catalunya". Hoy, ha concluido Isabel Rodríguez, "la situación no es la misma que en el 2017 o en el 2019".