En tiempo de investidura, cualquier gesto se interpreta al máximo. Y el movimiento del lehendakari, Íñigo Urkullu, para reinterpretar la Constitución y avanzar "hacia una España plurinacional" ha causado cierta frialdad entre los representaciones socialistas del Gobierno y los dirigentes del Partido Popular (PP), con la excepción de Isabel Díaz Ayuso. Desde La Moncloa, el ministro de la Presidencia en funciones, Félix Bolaños, la ha considerado una propuesta "muy legítima" que requiere "un debate constructivo", mientras que el coordinador general del PP, Elias Bendodo, cree que su partido tiene "límites" que "nunca se van a superar".

La propuesta toma relevancia porque la plantea Íñigo Urkullu, del PNV, el partido con quien todo el mundo quiere salir a bailar la danza de la investidura. A derecha y a izquierda. La tribuna se ha publicado este jueves en el diario El País, dónde el dirigente vasco propone avanzar en el carácter plurinacional del Estado y desarrollar y multiplicar las cuotas de autogobierno en Euskadi, Catalunya y Galicia, en el marco de una conferencia constitucional que se tendría que llevar a cabo para reinterpretar la Carta Magna española. Es decir, sin tocar ni una coma.

En estos momentos -con el permiso de Junts per Catalunya-, el PNV es el objeto de deseo por parte de los dos grandes partidos españoles y eso les sitúa en una posición de privilegio. Aprovechando este espacio, Urkullu, que gobierna en Euskadi con los socialistas, fija postura en un momento de máxima sensibilidad política. Lo cierto es que la idea ha causado mejores sensaciones entre los que tienen más números de llevarse sus votos en una hipotética investidura de Pedro Sánchez. Desde el Gobierno, el ministro Bolaños ha afirmado este miércoles que la propuesta de Urkullu es "muy legítima", pero se niegan a ella porque no es la suya. "No siendo nuestra propuesta, todo lo que suponga aportaciones al debate creo que siempre es positivo: hacer un debate que sea constructivo, donde todo el mundo es consciente de que nos tenemos que entender," ha afirmado desde Madrid, desde donde ha aplaudido "todas las propuestas que se hacen para buscar puntos de equilibrio y acuerdo entre diferentes dentro del marco constitucional".

El PSOE muestra buenas maneras con los nacionalistas vascos y tiene cuidado de las formas, tan importantes en política. A los potenciales aliados se les tiene que mimar. De eso toma nota también el Partido Popular, que aspira todavía a convencer a los jeltzales para amarrar los cuatro votos de que le carecen para la mayoría absoluta de 176. A pesar de los sonoros y repetidos portazos en las narices, según ha dicho en declaraciones a Onda Cero, Elias Bendodo, ha asegurado que "entiende" la propuesta del presidente vasco, aunque ha afirmado que el PP tiene "límites": "Podemos dialogar con todo el mundo, pero tenemos unos límites que nos marca la Constitución y que nunca superaremos".

Ayuso se carga la España plurinacional

La frialdad con que se ha recibido el llamamiento de Urkullu ha contrastado con el discurso beligerante de Isabel Díaz Ayuso contra la España plurinacional en la apertura del curso político del PP de Madrid. Delante de Alberto Núñez Feijóo, la dirigente madrileña ha cargado contra la "supuesta plurinacionalidad" del Estado que, a su entender, "niega la soberanía nacional, los derechos de todos y siglos de historia". En base a su diagnóstico, Pedro Sánchez y sus aliados nacionalistas quieren convertir España en "una república federal laica plurinacional".