El Departament de Treball ha intervenido este miércoles la residencia de la tercera edad Ballús de Valls por la "situación crítica" en que ha quedado después de que se hayan confirmado diez positivos por coronavirus y el 70% de su plantilla esté de baja, con síntomas de la enfermedad.

Según informa el Govern, atendiendo a la alerta de los gestores privados del centro, se ha encargado a la fundación pública municipal Vilaniu la gestión inmediata del equipamiento, con unos sesenta residentes. Asimismo, se ha designado un funcionario público para supervisar y coordinar las medidas adoptadas y garantizar que la actividad del centro residencial se preste con garantías.

Los informes del responsable del centro y de los servicios de inspección del departament determinan que el centro residencial "presenta una situación excepcional, por lo que se refiere a la falta de trabajadores que lo imposibilita para prestar un servicio adecuado". Treball justifica que ha tomado esta medida de urgencia para garantizar "el buen funcionamiento del equipamiento", que dispone de 62 plazas residenciales –59 de las cuales están ocupadas.

El 70% de la plantilla está de baja

El brote en la residencia se detectó hace pocos días y se sospecha que podría tener relación con el de Igualada. La primera señal de alarma fueron los síntomas que presentó una enfermera, ahora ingresada con neumonía en un hospital de Lleida. Aparte, también hay una doctora y ocho ancianos que han dado positivo por coronavirus. La mayoría del personal —el 70%, aproximadamente— está de baja porque presenta síntomas. La psicóloga de la residencia también está de baja y aislada en su casa.

Según han apuntado a la ACN fuentes municipales, la Fundació Vilaniu interviene con personal y recursos para dar asistencia a los residentes —algunos en estado grave, según el consistorio— y también para cortar toda vía de transmisión del virus al exterior. Los residentes afectados están en aislamiento, igual que el resto de usuarios no infectados y se siguen las medidas de seguridad para evitar la propagación.

En las últimas horas el centro también se ha puesto en contacto con la subdelegación del Gobierno para pedir el apoyo de la UME —Unidad Militar de Emergencias— en la limpieza y desinfección del equipamiento.