El Govern de la Generalitat ha abierto un expediente al exconseller de Exteriors Alfred Bosch por el caso de presunto acoso sexual por parte de su exjefe de gabinete, Carles Garcias Hernández, a trabajadoras del Departament. Después de que los servicios jurídicos de Presidencia hayan presentado su informe, el Consell Executiu ha aprobado este martes abrir finalmente un expediente al republicano y tramitar una eventual sanción (todavía por determinar). Además, fuentes del ejecutivo también aseguran que se ha exculpado a la exsecretaria general del Departament, Mercè Salvat.

El primer informe lo elaboró Función Pública, que confirmó que tanto Bosch como la secretaria general del Departament, Mercè Salvat, conocían los hechos, pero incumplieron el deber de activar el protocolo previsto en estas situaciones. En aquel informe se aseguraba además que el caso había llegado a la vicepresidencia y había sido investigado por un alto cargo del Departament, Lluís Juncà. En diciembre se llevó al Consell Executiu este documento pero el vicepresident, Pere Aragonès, decidió retirar el informe del orden del día, un hecho que creó un conflicto entre socios.

Entonces, Aragonès pidió la opinión de los servicios jurídicos de Presidència antes de pronunciarse y ahora, con este informe sobre la mesa, ya se ha tomado la decisión de abrir el expediente. Un nuevo instructor determinará el tipo de sanción y en caso de que haya indicios de encubrimiento, Bosch se puede exponer incluso a la Fiscalía.

El caso

Carles Garcias Hernández fue cesado el pasado 24 de enero. Entonces no se dieron explicaciones sobre el cese de Garcias. Sin embargo, después de investigar, el Ara destapó que se trataba de un caso continuado de acoso sexual a varias trabajadoras del Departament. Eso acabó arrastrando al conseller, al cual se responsabilizó de no reaccionar de manera adecuada y no activar los protocolos previstos.

Las situaciones incómodas provocadas por Garcias eran constantes, según la gran mayoría de testigos. Desde su posición de mano derecha del conseller y tanto en la sede del Departamento como en actos o viajes, protagonizaba un marcaje constante a las trabajadoras. Además de acoso sexual, las fuentes explicaban que Garcias también ejercía acoso laboral.

Las trabajadoras denuncian que la conselleria no activó el protocolo de la Generalitat por casos de acoso sexual y afirman que el conseller Bosch intentó reubicarlo dentro del Departament, pero que habría sido la dirección del partido republicano quien presionó para exigir el cese inmediato. El Departament reconoció "haber recibido informaciones sobre actitudes machistas y sexistas" relativas a Garcias y condenó y rechazó este tipo de actitudes machistas.