El hasta ahora alcalde de La Ràpita, Josep Caparrós (ERC), ha anunciado que deja la política, después de la debacle electoral que sufrió el domingo, cuándo pasó de 10 concejales a solo 4. Durante una asamblea local del partido celebrada el martes por la noche, Caparrós informó al resto del equipo de ERC que "asumía toda la responsabilidad" del fracaso electoral y que "era momento de cerrar un ciclo para iniciar uno nuevo con más fuerza, ilusión y capacidad".

En declaraciones en Ràdio La Ràpita, Caparrós ha reconocido la "derrota que ha sufrido ERC". "A partir de ahora, toca hacer reflexiones y toca tomar decisiones, pero es evidente que no lo hemos hecho todo bien". Ha asegurado que en el mal resultado han influido "circunstancias generales" del país y no estrictamente locales. Ha apuntado que ERC hará en la nueva legislatura una oposición constructiva. El actual alcalde de la localidad del Montsià ha insistido que los resultados "no han sido positivos", y que asume la responsabilidad porque "hay que sacar adelante la Ràpita sin mirar atrás". Una de las causas de la derrota de ERC ha sido la fuerte abstención en los comicios, con una participación que en La Ràpita solo ha llegado al 57,1%.

Las elecciones en esta localidad las ha ganado el PSC, que ha pasado de 2 concejales a 8. El candidato socialista era Xavier Reverté Xapo, que se estrenaba en política estos comicios. En tercera posición ha quedado Junts con 2 concejales, cuando tenía 3.

Caparrós se hizo muy conocido en el 2021 cuando impulsó el cambio de nombre de Sant Carles de la Ràpita por La Ràpita. El plenario del Ayuntamiento aprobó el cambio de nombre del municipio el 26 de noviembre de aquel año, después de que Josep Caparrós, decidió abordarlo directamente a pesar del fracaso de la consulta popular sobre la cuestión que se había celebrado el pasado 12 de octubre. La propuesta de cambio de nombre recibió los votos a favor de los diez concejales del equipo de gobierno municipal (ERC) y de una concejal no adscrita. En cambio, los seis concejales de Junts, PSC y Més Ràpita votaron en contra. La cuestión es que leyeron el 73% de abstención de la mencionada consulta como un desinterés general de la población por el debate sobre el topónimo, y reprocharon al ejecutivo municipal que hubiera empezado a cambiar los logos oficiales con el nombre de La Ràpita antes de la votación celebrada en el consistorio.

Para la consulta popular sobre el cambio de nombre, todos los grupos municipales acordaron que la opción ganadora tenía que superar el 20% del censo a fin de que fuera vinculante. Una cifra a la que no se llegó por la fuerte abstención: la opción de La Ràpita alcanzó solo el 18,03% del censo (2.246 votos), porque solo 3.324 personas participaron en la votación. Es decir, tan solo un 26,7% del censo de 12.458 electores salió a votar.

En la fotografía principal, un acto electoral de ERC en las municipales de La Ràpita, con Caparrós i Junqueras      Canal 21