El departamento de Economía, que encabeza el vicepresident Oriol Junqueras, puso ayer en marcha las conversaciones con la CUP para negociar los presupuestos del Govern. Las reuniones han comenzado una vez los cupaires han dejado claro que apoyarán la cuestión de confianza del presidente, Carles Puigdemont, pero sin comprometer su apoyo a las cuentas del ejecutivo.

El Govern intenta ahora vincular la votación de la confianza del día 28 en el Parlament con los presupuestos, así como con un compromiso de estabilidad parlamentaria que permita superar el debate de política general. Los últimos días, tanto Puigdemont como Junqueras han dejado claro que "no tendría sentido" que prosperara el aval al president y no los presupuestos.

En cualquier caso, el ejecutivo es consciente de que la cita más comprometida para los cupaires era la cuestión de confianza, que en caso de no prosperar habría marcado el punto y final de la legislatura, y que, de momento, los diez diputados anticapitalistas han conseguido garantizar su voto al presidente sin tener que ligarlo al resto de retos que tendrá que superar el Govern.

Metodología

El principal objetivo de la reunión de ayer, en la que, por parte del Ejecutivo han participado al secretario general de la vicepresidència, Josep Maria Jové, y el secretario d'Economia, Pere Aragonès, ha sido fijar la metodología de trabajo de las negociaciones.

Aparte de las cuestiones de coordinación y funcionamiento, Aragonès ha expuesto las necesidades técnicas de cada departamento que habrá que contemplar en el nuevo proyecto. El Govern ha dejado claro que piensa abordar las nuevas cuentas a partir de una estimación muy prudente de los ingresos. En adelante, las reuniones entre el Govern y la CUP serán semanales.

La CUP se había negado repetidamente en las últimas semanas a entrar a negociar formalmente los presupuestos hasta que Puigdemont no los volviera a citar para abordar la votación de la cuestión de confianza, tal como habían reclamado antes del verano. No obstante, el president había dejado claro que no tenía ninguna intención de pactar aquella votación y, aunque ha mantenido contactos discretos con representantes de la formación anticapitalista -que a principios de agosto relevaron su secretariat-, no ha celebrado el encuentro formal hasta el viernes pasado.

Una vez la reunión se celebró, sin embargo, la negociación de los presupuestos ha quedado desencallada. A pesar de todo, la previsión es que sea larga y compleja.