Petición de castigo desorbitado. La Audiencia de Barcelona ha juzgado hoy a dos jóvenes, que participaron en la protesta contra una actividad de Vox en un restaurante de Barcelona, bajo el título, Cañas por  España, en el 2019. Inicialmente, la fiscal les pedía seis años de prisión, el máximo en un delito de desórdenes públicos, al aplicar las agravantes que iban con objetos peligrosos, que pusieron en peligro personas, que estaban en el contexto de una protesta y que iban con la cara tapada. Sin embargo, no causaron ningún herido. Al final, ha mantenido la petición de 6 años para uno de ellos y para el segundo le ha rebajado la petición a tres años de prisión al aplicarle el eximente de consumo de tóxicos en el momento de los hechos. Los dos jóvenes, René e Isaac, han asegurado que participaron en la protesta, pero que no tiraron ningún objeto. Los agentes de los Mossos que eran en la protesta antifascista han asegurado que recibieron el lanzamiento de objetos, pero no han identificado a ninguno de los dos acusados haciéndolo. Solamente los detuvieron allí. En el juicio, el diputado Juan Garriga Doménech, portavoz del grupo de Vox en el Parlament,  ha asegurado que en ir hasta el restaurante pasó "terror" al ser increpados por unos "chavales". La defensa de los manifestantes ha solicitado su absolución.

Los incidentes pasaron la tarde del 8 de febrero de 2019 delante de un restaurante italiano en la calle Valencia de Barcelona. En el escrito, la fiscal sostiene que se concentraron un centenar de personas en la calle, de rechazo al acto de Vox, que era dentro del restaurante. La protesta -añade- no se comunicó y los participantes gritaban: "Fascistas de mierda, no os queremos en nuestros barrios", y "pim, pam, pum que no quede ni uno", que la fiscal califica de expresión "intimidatoria". Añade que un grupo de quince encapuchados empezaron a tirar piedras y latas ante la entrada del restaurante y también contra el cordón policial. Sostiene que uno de los acusados, Isaac, tiró una caja de herramientas cuando pasaba el diputado a Joan Garriga. Después, uno de ellos se puso de rodillas delante del cordón policial y empezó a correr ante las cargas policiales y fue detenido.  Y René dio patadas a la persiana de una tienda hasta ser detenido. Por todo eso les pide elevadas penas de prisión. Y, el acusado que estropeó la persiana que pague 400 euros al titular de la tienda y una multa rebajada de 900 euros por el delito de leve de  daños. El acusado  ha depositado ya los 400 euros en el juzgado para que sean entregados a la titular de la tienda, que ha declarado que "pasó mucho miedo" y que el "chico parecía fuera de sí".

 

Declaraciones

En el juicio, en la sección sexta de la Audiencia de Barcelona, la fiscal solamente ha rebajado a la mitad una de las elevadas penas solicitadas, aunque las declaraciones de los agentes de los Mossos no han sido concluyentes en identificar a los autores de los lanzamientos. Àlex Solà, abogado de René, ha afirmado que el chico llevaba una botella de cerveza en la mano, de la cual bebía, "pero no se ve ninguna acción que la tirara", y los agentes deducen que la tira hacia el cordón policial y el restaurante. "Se quiere criminalizar el derecho de participación en una protesta", ha sentenciado Solà. El joven sí que ha admitido que dio golpes a la persiana de la tienda porque " lo filmaban". El abogado ha concluido que no se le puede castigar por el delito de desórdenes públicos porque "las imágenes demuestran que no ha perturbado el derecho ninguna otra persona".

Por su parte, Benet Salellas, abogado de Isaac, ha explicado que al joven se lo acusa de tirar una caja de herramientas en el cordón policial, pero ningún agente lo ha identificado ni las imágenes lo recogen. Salellas ha indicado que tampoco queda claro contra quién iba la caja de herramientas, ya que hay un agente indica que va hacia él, pero también el diputado de Vox Juan Garriga. Salellas ha insistido en que los hechos no encajan en el delito de desórdenes públicos, los cuales ha añadido "en la sentencia del 2019, el Supremo podría haber aclarado este delito", refiriéndose a la condena a los presos políticos, pero no lo hizo. El penalista también ha pedido que hay que reflexionar y profundizar" qué significa seguridad pública y ciudadana", y ha lamentado que "en esta comunidad autónoma" la fiscalía pida penas tan elevadas en manifestaciones.

Aparte, una psiquiatra ha explicado que en el momento de los hechos Isaac sufría "una severa afectación de capacidades" por su consumo de tóxicos, y que ahora está en tratamiento. Por eso, la fiscal ha aceptado que se le aplique una atenuante y le rebaja la petición a tres años de prisión, aunque incluiría entrar en un penal.

En el juicio, también ha declarado como testigo el diputado de Vox Juan Garriga que ha asegurado que "pasó miedo" al ir caminando desde su casa al restaurante del acto de su partido. "Unos chavalines me arrinconaron y me preguntaron dónde iba, me pidieron el DNI. Y entonces tenía 47 años, pero pasé terror", ha declarado Garriga. Sin embargo, no se ha personado como víctima en el proceso ni reclama nada.