El president Carles Puigdemont ha participado este domingo en el acto político central de conmemoración del 1 de octubre, y lo ha hecho con una intervención desde Bruselas. "Es un gozo muy grande poder veros, poder escucharos, poder ver que estáis al pie del cañón," ha afirmado Puigdemont para empezar su discurso. "Es evidente que han pasado seis años, y pasarán 100 y recordaremos la hazaña histórica del 1 de octubre. El día en que Catalunya decidió de manera democrática, ejerciendo el derecho a la autodeterminación, empezar a andar como república independiente".

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"El referéndum del 1-O se ha convertido desde entonces en una referencia política inexcusable y todos los intentos para restar legitimidad o trascendencia, sea desde el campo contrario o a veces también desde el campo propio, han fracasado y fracasarán. Hemos resistido represiones, sentencias, exilio, espionaje, todo tipo de violencia institucional del Estado y ataques que estos días habéis visto cómo se intensifican porque nunca hemos perdido de vista que si bien el 1 de octubre lo organizamos las instituciones, los partidos y las entidades de la sociedad civil, quién lo hizo posible fue la movilización del pueblo", ha asegurado el presidente en el exilio. "Por eso el 1-O pertenece al pueblo, de manera que solo él puede decidir el destino de Catalunya, igualmente como todos los pueblos del mundo deciden el destino de sus naciones".

Puigdemont ha reconocido que "durante estos seis años el camino no ha sido nada fácil". "Nos hemos obstaculizado más de una vez, y hemos tropezado con inconvenientes, los que prevemos y los que no prevemos, y tampoco nos lo hemos puesto fácil entre nosotros mismos. Incluso así, incluso con todos los zarpazos incesantes, las cloacas del Estado, el 1 de octubre es un colosal ejemplo de resiliencia y de resistencia. Y con estas herramientas tenemos que hacer aquellos trabajos que nos quedan pendientes, sin perder el aliento, sin perder nuestros puntos cardinales, ni tampoco malvenderlos para encontrar salidas personales, en lugar de dar pasos hacia adelante por el avance colectivo".

Como presidente del Consell de la República, Puigdemont ha defendido que la institución ha servido de guardián del 1 de octubre. "Protegerlo del riesgo del olvido de aquellos que les ha molestado o del riesgo de aquellos que querían reescribir el significado para tener una vida política más plácida". "Nosotros hemos tenido siempre presente que pasara lo que pasara en el marco de la política autonómica, había que mantener la posición". "Había que consolidarla para cuando se dieran las circunstancias por un nuevo avance nacional. Nosotros no hemos sido nunca los de dejarlo correr o pasar página, o los del punto final o los de eso se ha acabado. Todo lo contrario, nosotros hemos dicho a lo largo de todos de estos años que ni lo dejaremos correr, ni dejaremos que nadie pase página en nuestro nombre".

Asimismo, ha subrayado que "durante muchos años ha habido una estrategia que ha intentado arrinconar el Consell con el fin de arrinconar el 1 de Octubre". "Pero eso está cambiando, hoy vemos cómo hay un retorno al 1 de octubre. Hoy hace un año advertimos el riesgo que suponía para el procés de independencia alejarse del 1 de Octubre. Hoy las cosas han empezado a cambiar, no lo bastante, ni mucho menos, pero sí en la buena dirección. Y hace falta que entre nosotros exploremos más este camino, y de manera más efectiva. No por la prisa, sino porque no tenemos todo el tiempo del mundo y ya hemos perdido demasiado". "Ya es suficiente de autoflagelarnos, de exigir una perfección que nunca alcanzaremos. La independencia la culminaremos también con más autoestima, que no quiere decir ausencia de autocrítica, con más empatía, que no quiere decir comprensión absoluta. Con más convencimiento de lo que somos capaces, que no quiere decir ignorar nuestras carencias y nuestros límites".

El president ha insistido en que la fórmula existe y solo hay que decidir aplicarla. "Tenemos que hacer lo posible por una confluencia de voluntades para la independencia, para que el 1-O sea más que una fecha a recordar y se convierta el nervio que determine la acción política que construye en nación, que salva la lengua, que nos encamina hacia el reconocimiento internacional. Y que nos orienta hacia la plena libertad, que nadie tiene el derecho a negarnos. Compatriotas, amigos y amigas, seis años después y los que haga falta, viva Catalunya libre e independiente," ha concluido.