La ejecutiva nacional de Junts per Catalunya se ha reunido este sábado por la mañana con carácter extraordinario en el marco de los plenos de constitución de los ayuntamientos de Catalunya para el mandato 2023-2027. Las miradas, más allá de Barcelona, también estaban puestas en Ripoll y la dirección nacional ha emitido un comunicado trasladando su malestar con sus concejales en la capital del Ripollès por no cerrar el paso a la alcaldía a Sílvia Orriols: "La ejecutiva no comparte la decisión de los concejales de no impedir el acceso a la alcaldía de la candidata de Aliança Catalana, porque trasciende Ripoll".

La pelota estaba, en buena parte, en el tejado de los juntaires, ya que sus votos eran imprescindibles para que Orriols no fuera alcaldesa. ERC, el PSC y la CUP tenían un acuerdo (los tres partidos suman siete concejales) y los tres de Junts habría permitido un cordón sanitario a la extrema derecha. Este sábado, sin embargo, el hecho de que haya habido candidaturas separadas de Manoli Vega (Junts) y Chantal Pérez (ERC) ha impedido construir una mayoría alternativa y eso ha ungido a Sílvia Orriols como alcaldesa.

La semana ha sido convulsa en Junts por la situación en Ripoll. El lunes, la dirección nacional daba apoyo al impulso de un acuerdo que permitiera aislar a la candidata de Aliança Catalana, pero horas más tarde el comité local de los juntaires en la capital del Ripollès trasladaba su enfado porque no se había respetado su "autonomía" a la hora de abordar los pactos en la ciudad. En este contexto, el equipo encabezado por Manoli Vega anulaba una reunión con Esquerra, el PSC y la CUP para tratar internamente, en primer lugar, qué paso hacer. Al día siguiente, Junts anunciaba que Vega se postularía a la alcaldía y apelaba a las "fuerzas centrales" de la villa para tejer un acuerdo.

"La situación es reconducible"

El comunicado de la dirección nacional también carga contra las otras formaciones ripolleses y rechazan su "sectarismo" por "impedir un pacto por un gobierno central", especialmente contra los que "han ejercido vetos para sacar provecho partidista". A pesar de la investidura de Sílvia Orriols, la ejecutiva manifiesta que "la situación es reconducible" y hacen un llamamiento al "resto de formaciones políticas a empezar las negociaciones desde hoy mismo para pactar un nuevo gobierno municipal". "Como partido, estaremos siempre contra cualquier forma de expresión de la ultraderecha, lleve la bandera que lleve, esté donde esté", afirman.

Los juntaires defienden que presentaron la propuesta para hacer "un gobierno central" con ERC y el PSC como "segunda fuerza política en el consistorio" y que el viernes por la mañana había acuerdo con los republicanos, que después se "desentendieron" por "razones" que alegan no conocer. "El partidismo se ha impuesto por encima de la necesaria unidad contra el fascismo; los intereses de partido, el sectarismo y la miopía política han impedido un gobierno central, estable y fuerte", lamentan. Junts reitera la necesidad de reprender las negociaciones con Esquerra y el PSC para tener un gobierno "que vele por la convivencia y haga progresar" Ripoll.