El secretario de Estudios y Programas del PSOE, Javier Izquierdo, ha presentado este jueves su renuncia al cargo en la dirección federal y ha entregado su acta como senador por Valladolid, en medio de la crisis por las denuncias de acoso sexual en el seno del partido socialista. En un mensaje en las redes sociales, Izquierdo ha confirmado su dimisión sin dejar claros los motivos de su salida. Así, según la información avanzada por elDiario.es, el PSOE afronta un nuevo caso de presunto acoso sexual, tras las denuncias presentadas contra Francisco Salazar, secretario general del PSOE en Torremolinos, y contra el presidente de la Diputación de Lugo, José Tomé. Ahora es Izquierdo el que ha salido salpicado del llamado mee too socialista, después de que un nuevo escrito registrado en el canal antiacoso de Ferraz apunte su nombre, según indica el medio citado. 

Izquierdo, nacido en Mieres (Asturias) en 1970, es arquitecto por la Universidad de Valladolid. Entre 2012 y 2017 fue secretario general del partido en Valladolid. Antes, ocupó el cargo de director general de Ordenación del Territorio y Urbanismo del Gobierno del Principado de Asturias desde 2003 hasta 2007. Hasta ahora, además de senador por Valladolid, Izquierdo también era portavoz del grupo socialista en la Comisión de Vivienda y Agenda Urbana, en la Comisión de Investigación sobre la Gestión del presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).

Jueves negro en el PSOE

Este jueves será un día para olvidar dentro del partido socialista. A banda de la dimisión de Javier Izquierdo ya por la noche, durante todo el día las noticias negativas para el PSOE no han parado. Primero con la detención de Antxon Alonso, el socio de Servinabar y amigo personal de quien fuera número tres del PSOE, Santos Cerdán; después Vicente Fernández, expresidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), detenido también en el marco del caso Leire Díez; y para acabar, la Unidad Central Operativa (UCO) sostiene que la trama de los hidrocarburos, protagonizada supuestamente por la empresa de Claudio Rivas y su socio, Víctor de Aldama, pagó a José Luis Ábalos el chalet de La Alcaidesa, en Cádiz, por un precio de 585.000 euros.