El comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, aterriza este miércoles en Madrid con una agenda ambiciosa de contactos que desplegará hasta este viernes. La carpeta que más le pesará será la renovación del Consejo General del Poder Judicial, que lleva bloqueada casi cuatro años. La intención de Reynders, tal como ha asegurado este miércoles desde Bruselas, es "favorecer al diálogo" para desencallar la reforma del órgano de gobierno de los jueces. "El objetivo es ver cómo ayudar a través de este diálogo a poner en marcha las recomendaciones" y ha añadido que "lo ideal sería que la renovación fuera decidida ya mayoritariamente por los jueces, tal y como marcan los estándares europeos".

Es la carta de presentación con la cual Reynders llega a la capital española en un clima enrarecido por la reunión que mantuvo hace más de una semana con el eurodiputado del Partido Popular Esteban Pons, que es un hombre de la máxima confianza de Alberto Núñez Feijóo y el encargado de negociar el desbloqueo con el PSOE. Este encuentro previo —que Reynders ha enmarcado en la normalidad del contacto habitual con los diputados en el Parlamento Europeo para tratar asuntos legislativos— ha dejado un mal sabor de boca al Gobierno, que teme que el comisario esté maniobrando con el PP para imponer su modelo judicial. De hecho, el Ejecutivo considera que el comisario de Justicia no tiene que hacer de intermediario, sino que carga las tintas contra el principal partido de la oposición. "Que nadie se engañe, ni nadie engañe", ha advertido el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, desde el Congreso de los Diputados, "la renovación del Consejo no depende de la visita del comisario, sino de que el PP deje atrás cuatro años de vergüenza en los cuales está desprestigiando España fuera de las fronteras".

El Partido Popular aspira a convencer, gracias a la presencia del político belga, de que el gobierno Sánchez se avenga a renovar el órgano de gobierno de los jueces a través del modelo que plantean, basado en "avanzar" en una mayor profesionalización e independencia de la justicia. Su idea es que los jueces escojan directamente a los vocales del Consejo General, cosa que el PSOE rechaza de lleno. Los socialistas defienden la fórmula actual, que consiste en que el Congreso elige 12 de la lista de 52 nombres que proponen los jueces.

Agenda 'non stop'

El político liberal belga elevará la presión sobre el Gobierno y el Partido Popular con un calendario lleno de encuentros en la capital española, desde este miércoles hasta el viernes. Tendrá audiencias de perfil político empezando por cuatro ministros españoles (José Manuel Albares, Nadia Calviño, Pilar Llop y Alberto Garzón) y acabando por el responsable de acción institucional del PP, el eurodiputado Esteban González Pons. En el ámbito judicial, el viernes se reunirá con el presidente del CGPJ y del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes —que mantiene la amenaza de dimitir si no hay acuerdo—; el del Tribunal Constitucional, Pedro González-Trevijano; se verá con el flamante fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, y representantes de diferentes asociaciones judiciales del ala conservadora: Francisco de Vitoria y la Asociación Profesional de la Magistratura. También intervendrá en la comisión mixta por la Unión Europea en el Congreso de los Diputados.