Fuera de El Mundo, que este año se ha ganado el título del diario más españolero —y mira la competencia es dura, véase La Razón de hoy—, los temas y el tono de la prensa impresa son de tregua. Los diarios tienen ganas de algún tipo de mecanismo de entendimiento en el conflicto catalán entre el Gobierno y el gobierno español.

Según El País parece que sí, que la nave va: se comprobará en el apoyo de los independentistas a los presupuestos de Pedro Sánchez. El presidente del gobierno español, entrevistado en La Vanguardia, pide al presidente catalán que diga qué quiere y deja sobre la mesa su propuesta, ya conocida: reformar el Estatut y mejorar los presupuestos. El Periódico también detecta una aproximación entre unos y otros. Todo está apenas hilvanado, cogido con las agujas del deseo más que con los clavos de los hechos.

EP

LV

EPC

HOY

LR

ME

AHORA

ABC

Si se compone un cuadro con las portadas y se quiere deducir un mensaje conjunto, sería este: Sánchez necesita a los independentistas para acabar la legislatura y afrontar elecciones en el 2020 con alguna posibilidad de reeditar la insólita coalición que lo mantiene. Los independentistas tienen una salida mala con el gobierno Sánchez y otra peor en un adelanto electoral que podría situar en la Moncloa a una derecha que no se comprometerá a ofrecer tanto como el líder socialista. Aparentemente todos tienen a ganar, aunque sea poco y con riesgo. Como se lee en el texto de la portada de El País, "la recomposición todavía es frágil".

También puede verse de otro modo: los independentistas, faltos de liderazgo y de estrategia efectivas, ganan tiempo mientras se recomponen. Hacen carantoñas a Sánchez mientras se encuentran entre ellos. La ANC insiste en la vía unilateral, como titula Avui, el PDeCAT asegura que no apoyará los presupuestos, y todo el mundo tiene presente que fue necesario desplegar 9.000 policías para celebrar un Consejo de Ministros protocolario en Barcelona. Las portadas no gritan tanto, pero sólo ofrecen especulaciones. Quizás haya tregua, pero todavía no hay paz.