La tradicional ofrenda floral en la tumba de Josep Irla, president de la Generalitat en el exilio, en Sant Feliu de Guíxols (Baix Empordà) se ha convertido en un llamamiento a la "unidad" ante la inminencia de la sentencia del Tribunal Supremo. Generalitat, Diputació de Girona, Consejo Comarcal y Ayuntamiento han reclamado la libertad de los presos y el retorno de los exiliados y, al mismo tiempo, se han conjurado al "persistir" desde la "no violencia" y la movilización "cívica".

"La sentencia marcará el presente y el futuro del país", ha afirmado el delegado del Gobierno, Pere Vila, que defiende convertir la unidad en la "piedra angular y de persistencia" del país. En la misma línea, el presidente de la Diputación, Miquel Noguer, ha asegurado que "la unión tiene más fuerza que cualquier arma" y defiende que la Diada sea de nuevo una jornada "festiva y reivindicativa" y todo el mundo "salga a la calle de forma cívica".