Ayer tan sólo se tomó en consideración una iniciativa de Junts para reformar el reglamento del Senado y permitir el uso del catalán, el euskera y el gallego en toda la actividad parlamentaria. Ni siquiera se ha aprobado todavía, pero la derecha y la extrema derecha ya han puesto el grito en el cielo. Lo han hecho después de que la portavoz de la formación independentista en el Congreso, Míriam Nogueras, abriera la puerta a presentar la misma iniciativa en el Congreso de los Diputados. Todo en plena polémica por la desprotección de las lenguas cooficiales en ámbitos como el audiovisual. En las Cortes españolas directamente son inexistentes estos idiomas.

La portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, ha sido rotunda: no. La dirigente popular ha expresado su preocupación porque el Gobierno "ceda" ante las pretensiones de los independentistas y nacionalistas sólo para seguir en el poder. Gamarra ha reivindicado que "aquí hay una lengua oficial, que es la que hablamos los 350 diputados," y ha rebatido que estas iniciativas "no arreglarán el día a día de las familias". Ha aprovechado para reclamar que "se garantice el uso del castellano en Catalunya y las Baleares", donde supuestamente estaría perseguido.

No ha sido menos la extrema derecha de Vox. En declaraciones en los pasillos del Congreso, el portavoz ultra Iván Espinosa de los Monteros ha rechazado de pleno la hipotética iniciativa, que ni siquiera se ha registrado en la cámara baja. "Todas las lenguas oficiales son muy respetables, pero la lengua común, con la que nos entendemos todos, tendría que ser la lengua oficial", ha asegurado el dirigente de extrema derecha. No se ha extendido mucho en sus valoraciones, pero ha denunciado que en España se "infravalore" el castellano mientras en el mundo cada vez lo habla más gente.

Si Vox se ha referido de paso, Ciudadanos ha convocado una atención a los medios sólo para criticar la iniciativa del Senado. El portavoz Edmundo Bal ha alertado de que supondrá triplicar el gasto público en intérpretes y traductores. Ha aprovechado para mezclar cosas y denunciar que "el PSOE también ha aceptado que en Baleares se imponga a médicos, enfermeras y policías la obligatoriedad del uso del idioma autonómico", hecho que ha calificado de "disparate". También ha denunciado la supuesta "pasividad" del Gobierno ante "la persecución al castellano" en la universidad catalana, la "discriminación a los profesores que quieren dar sus clases en castellano".

La iniciativa del Senado

Este miércoles, el pleno de la cámara alta admitió a trámite una reforma del reglamento, impulsada por Junts per Catalunya, que persigue ampliar el uso del catalán, gallego y euskera en la cámara. La toma en consideración garantiza que la iniciativa al menos sea debatida en la comisión de reglamento y continúe el trámite parlamentario. Votaron a favor, además de Junts, el PSOE, ERC-EH Bildu, el PNV y el grupo de la Izquierda Confederal, entre otros. En contra lo hicieron la triple derecha: el PP, Vox y Ciudadanos, aparte de grupos minoritarios.

El texto, defendido por el senador Josep Lluís Cleries, propone que se puedan utilizar las lenguas cooficiales en todas las actividades parlamentarias del Senado, incluyendo las preguntas al Gobierno, las proposiciones de ley y las intervenciones en comisión. En estos momentos, eso no se puede hacer. Lenguas como el catalán, el euskera o el gallego están reservadas sólo para el debate de las mociones.