El año 2018 ha habido 326 denuncias de origen político. El año 2017 fueron 121.

En este sentido, los delitos de odio y discriminación por orientación política son los que más han crecido respecto del último año. Un año con un contexto político complejo después del referéndum del 1-O y la multiplicación de actos, manifestaciones y movilizaciones en la vía pública.

Miquel Buch ha dado el dato durante la comparecencia en el Parlament,  donde ha querido dejar claro que los Mossos d'Esquadra no actúan según un ideario político, sino según lo que marca la ley.

Ha querido contextualizar que "no existe una clasificación de delitos e infracciones de índole política", sino que se trata de delitos o infracciones administrativas y que sólo se pueden sancionar según lo que prevé la legislación vigente.

"Los Mossos son conscientes de que se pueden encontrar ante hechos reprobables ética o moralmente, pero se tienen que ajustar al ordenamiento jurídico vigente", ha remarcado Buch, que ha detallado que la policía se puede encontrar con muestras de "falta de respeto por las ideas y cuestionamiento de las ideas fundamentales", que "los mossos están atentos a las actuaciones que pueden perjudicar la convivencia", y que siempre actúan "en el marco que dispone la ley y manteniendo la objetividad, en ningún caso la equidistancia en los planteamientos de todas sus intervenciones".

Durante el 2018 los delitos de odio y discriminación han subido. Hubo 393 por razones de origen y sexo. En el 2017 fueron 393.