"Advertimos a la dirección de CDC del problema con el nombre justamente porqué no se encontraran con el problema en que se han encontrado ahora". Así de contundente se ha mostrado el presidente de Demòcrates de Catalunya, Toni Castellà, después de que el ministerio de Jorge Fernández rechazara registrar al Partido Demócrata Català (PDC). Además, ha tildado la polémica de "negligencia administrativa" de la nueva Convergència.

Sin embargo, Castellà ha querido dar por "cerrada la polémica". "Queremos pasar página", ha asegurado el demócrata, que ha emplazado a no seguir con la discusión "a cuatro días de la festividad", ya que considera que ahora hay que centrar esfuerzos a "hacer que en el 11-S haya máxima participación y sea un éxito".

"El nombre no hace la cosa, es la cosa la que hace el nombre", ha asegurado en rueda de prensa Castellà, que también ha querido trasladar la "máxima solidaridad con el proceso de regeneración que están impulsando en CDC". Demòcrates es socio de grupo parlamentario del PDC, y había advertido de que podría haber problemas dentro de Junts pel Sí, si los convergentes mantenían el nombre de Partit Demòcrata Català, por demasiado parecido al suyo.