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Pocos minutos después de las dos del mediodía. La jornada de debate que la CUP celebra en Manresa ha cerrado la primera parte. Hasta ahora pintan bastos para investir a Artur Mas con el apoyo de la CUP, pero es demasiado pronto para decir nada. Los camisas viejas de la CUP no descartan ninguna posibilidad. "Es imprevisible", comentan a El Nacional.

Durante la mañana han intervenido miembros de la comisión negociadora, del secretariado, diputados y representantes territoriales. Los argumentos y posiciones han sido previsibles.

Por la tarde llega la madre del cordero: la base –los militantes– toman la palabra en un macrodebate que cerrarán los tres exdiputados: David Fernàndez, Isabel Vallets y Quim Arrufat.

Empate hacia el No

"Las tomas de posición han sido serenas, después de días de tensión y de una semana muy presionados por las asambleas", apuntan algunos participantes. "Están desde los que no ven creíble el independentismo de Mas hasta los que apuestan por investirle con la pinza en la nariz para evitar un retorno catastrófico al autonomismo", aseguran otros.

"Ahora tenemos la oportunidad histórica de la ruptura. No la retrasemos, aprovechémosla", ha terciado uno de los ponentes que ha arrancado el aplauso de los 1.254 partipantes del cónclave cupero.

Del debate de las territoriales se deduce "un empate técnico pero escorado hacia el no a Mas", según varios participantes.

"Girona y Maresme se han decantado por investirlo como mal menor", agregan otros. Arran, Lluita Internacionalista o Corrent Roig han apostado claramente por el no, en la línea de Endavant-OSAN. "La clave es continuar con el proceso sin que parezca que lo domina sólo un sector o una elite", insistía a este diario uno de los prohombres más escuchados de la CUP.

Buscar más complicidades

"¡Mas no ha dicho nunca independencia, nunca. Si acaso "Estado propio". Ni aplaude cuando en sus mítines la gente grita 'independència!'", se queja un congresista. "Lo que chirría no es la CUP, es el procés porque quizás no somos suficientes", medita otro. "Tenemos que buscar más complicidades para otorgar un discurso social a la independencia y no sé si con Mas llegaremos", replica un colega.

"Cuesta mucho pero, sea cuál sea la decisión tiene que tomarse ya. La gente empieza a no entendernos o pierde la paciencia", sentencia otra de las voces más escuchadas de la CUP. "Me da lo mismo que se rompa CDC o la CUP; me preocupa que se rompa el país", se lamenta otro miembro de la elite cupera.

Pese a la serenidad del debate matinal, las "bofetadas" llegarán esta tarde, dicen muchos. "Una cosa es qué piensan las organizaciones y otra es qué pensamos los militantes no adscritos a ninguna corriente ni organización. Esta tarde hablaremos", advierten.

La tarde en Manresa se puede hacer muy larga. Para algunos, demasiado.