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Con poca puntualidad, la asamblea de la CUP ha empezado en Sabadell. Después de las inscripciones, con largas colas pero con logística yanqui, los cuperos han iniciado su misa concelebrada, en la cual organizaciones y militantes explican y argumentan sus postulados para decidir si invisten a Artur Mas o no. La decisión la tomarán mediante voto secreto, porque así lo han pedido más del mínimo del 25% que había marcado la formación. Concretamente, ha sido la opción del 42,37% de las 2.261 personas acreditadas a las 10.00h, mientras que un 57,63% lo ha pedido a mano alzada.

Después de las intervenciones explicativas de los diputados y negociadores sobre los términos de la propuesta de acuerdo con JxSí y la coyuntura política, se ha abierto el turno para 50 palabras pedidas, 10 de las organizaciones y 40 de militantes representativos de género y territorial.

Ninguna sorpresa por ahora: los miembros de las organizaciones como Endavant, Corrent Roig o Lluita Internacionalista han defendido no investir a Mas y no ceder ante la formación que en las elecciones españolas hoy hace 8 días quedó en cuarta posición en Catalunya: "El mismo número con que Mas iba en la lista [de JxSí el 27S]", han añadido. Los defensores del "no" piden "no resucitar al muerto de CDC" y no caer en los postulados de la derecha que "recorta derechos sociales". "No podemos ir con aquellos que van contra las clases populares", clamaban. "Investir [a Mas] es escindir del proceso de los sectores combativos de las clases populares", sentenciaban.

Por su parte, las organizaciones que defienden el "sí" a Mas, como Poble Lliure o el Col·lectiu Drassanes, pedían aprobar también la propuesta de acuerdo de Junts pel Sí para "atar corto" al Govern en el proceso independentista.

Ahora continúan las intervenciones de los militantes, tan variadas como las organizaciones que integran el conglomerado de la CUP. Desde los que propugnan el acuerdo, a los que se oponen para no dar carta de "burgués al proceso".

(FOTOS: Sergi Alcàzar)