El PSOE ha reabierto el debate sobre el 'No' sin cesiones de Pedro Sánchez a Mariano Rajoy ahora que el fantasma de unas terceras elecciones se ha instalado en la política española. El PP confía en arrancar el 'Sí' de Ciudadanos con los Presupuestos. Pero esos 169 diputados aún necesitarían algunas abstenciones de Ferraz. La vía "conservadora" a la que apela Sánchez está volada por la negativa del nacionalista PNV y el independentista PDC. La autonomía del PSOE está en jaque y algunos de los suyos ya contemplan la abstención para Rajoy a cambio de una negociación y a través de una decisión del comité federal.

José Luis Rodríguez Zapatero es el segundo expresidente socialista –después de Felipe González– que se pronuncia sobre la cuestión en los últimos meses. Zapatero defendía este jueves que se abra un proceso de diálogo interno en el PSOE para tomar una decisión con el "máximo consenso" sobre la formación de gobierno. El expresidente fue ambiguo sobre si hacía referencia a la abstención y el consejo se basaba en evitar terceras elecciones. Sin embargo, Zapatero indicó que todo el partido debía apoyar la "difícil tarea" de la Ejecutiva de Sánchez. A ellos les recomendaba explicar "de forma transparente" la posible solución a los electores.

Felipe González sí fue más explícito en cuanto a dejar pasar a Rajoy y que el PP y el PSOE no se impidan gobernar. Este consejo ha sido difundido en artículos escritos para diversos medios de comunicación. La idea es recibida en el partido con respeto pero con indiferencia ya que ningún barón o miembro de la ejecutiva asintió ante la petición de su histórico presidente.

Ciertos ministrables del gobierno a la sombra de Pedro Sánchez también se debaten sobre la solución a adoptar. El candidato a ministro de Economía, Jordi Sevilla, encendió polémica durante la campaña electoral considerando que se debía dejar pasar a la formación con "mayor apoyo parlamentario". La idea era la abstención para aquel que sumara más diputados sin mayoría absoluta. La fórmula de PP más C's resultó un reclamo para contemplar la abstención socialista, en caso de que superaran a PSOE y Podemos juntos.

Sevilla ha vuelto a hablar en términos similares a lo largo de esta semana en un artículo escrito en su blog. Acepta que lo más acorde con la Constitución sería "abrir la puerta a aquel candidato que haya sido capaz de aglutinar tras su candidatura a un mayor número de diputados, sea el de la lista más votada, o no". Por ello, recuerda la posición oficial del partido sobre que el PP no cuente de entrada con una abstención socialista y lo intente con fuerzas "conservadoras".

La duda sobre dejar pasar al posible pacto entre PP y C 's parece disiparse más abajo del texto. El valenciano sugiere que si Rajoy no consigue aglutinar votos, lo debería intentar otro miembro del PP. Precisamente, la vía 169 no es posible ya que es C's quien se opone a la figura del gallego. Pero Sánchez nunca ha cerrado la puerta a revisar la posición en ese escenario y algunos barones insinuaron "quién sería el guapo" que les cerraría el paso.

La abstención también ha aparecido en boca de otro ministrable, Josep Borrell. Borrell asumía a principios de julio que un gobierno "progresista" como aquel que proponía Podemos sería más difícil en la situación actual. También descartaba una gran coalición de PP y PSOE. El exministro se abría a la abstención recordando que el tándem de PP y C's, con algún partido como PNV, continuaría necesitando del PSOE. Borrell afirmaba que la cesión debería traer consigo unas mínimas condiciones de programa para "condicionar e influir" en ese gobierno.

La idea de negociar programa ha ganado apoyos. El diputado Odón Elorza se decía este jueves partidario de abstenerse en una investidura de Rajoy con "condiciones claras y concretas" para evitar terceras elecciones. Esta se produciría siempre tras el fracaso del presidente en funciones en una investidura fallida para ser "castigado" con lo mismo que vivió Sánchez. También llegaría si el PSOE no quisiera intentar un gobierno alternativo de izquierdas con Unidos Podemos, o éste fracasara. Para el ex alcalde de San Sebastián, el gesto debería ir acompañado de una estrategia innovadora para liderar una oposición "inclusiva".

Pedro Sánchez lamenta que su autonomía esté cuestionada por Rajoy y Rivera, ahora que también lo hacen algunos de los suyos. Se aferra a la resolución del comité federal de diciembre de 2015 donde se garantizó el veto al PP. Este escrito no fue reeditado de nuevo en el comité de julio y la dirección se escudó en que daba por bueno el anterior. Algunos ya consideraron que el gesto abría la posibilidad de cambiar el posicionamiento y aquella semana algunos barones mostraron ambigüedad al respecto.

Sánchez tampoco afirma ni desmiente si, llegado el caso, podría convocar una nueva consulta a la militancia, forzado a no obstaculizar la gobernabilidad. Esta posibilidad sería menos segura para conseguir la abstención a Rajoy porque las bases suelen estar a la izquierda del partido. El PSOE sigue siendo la piedra angular de la investidura española con la segunda convocatoria electoral.