El ministro de Educación, Cultura y Deportes del gobierno español, Íñigo Méndez de Vigo, ha concedido este sábado una entrevista al diario monárquico ABC, donde ha admitido que el ejecutivo de Rajoy no puede cambiar al modelo de educación en Catalunya a través del 155. Y no pueden hacerlo porque para cambiar la Ley de Educación se necesitan mayorías parlamentarias, cosa que los partidarios de este cambio no tienen. De Vigo también ha admitido que todos los niños catalanes estudian lengua y literatura en castellano y que sólo quieren imponer un mínimo del 25% de las clases en castellano. También añade que después de la sentencia del TC sobre la Lomce, ley de educación promovida por el exministro Wert, que declara inconstitucional las ayudas a familias que quieran estudiar en castellano, se tienen que examinar las consecuencias y ver qué decisiones tienen que tomar.

Durante la entrevista también se le ha preguntado sobre un posible final del 155 en Catalunya, a lo que De Vigo ha respondido de que no hay ningún tipo de prisa para volver a la normalidad en Catalunya, asegurando que el gobierno de Rajoy ha actuado para "restaurar la orden constitucional" ya que se atacó a la carta Magna, el Estatut y se intentó declarar la independencia. Sin embargo, como ya anunció Mariano Rajoy, el 155 acabará cuando haya Govern en Catalunya, sobre el que también se ha posicionado el ministro español. De Vigo ha dicho que el el Ejecutivo catalan lo escogerá el Parlament y que en ningún caso se verá un Govern paralelo en Bruselas ni ninguna muestra de ficción más "como las que se han visto en los últimos meses".

Por último, el ministro de Educación, también ha hablado sobre la aprobación de los presupuestos generales del Estado para este 2018, de que aun no se han presentado en el Congreso porque el gobierno de Rajoy no tiene los apoyos suficientes para aprobarlos. De Vigo ha considerado que después de los episiodios vividos en Catalunya, poder aprobar los presupuestos mostraría en el global de la población que los españoles también se pueden poner de acuerdo, cosa que, por ahora, parece complicada en materia de presupuestos.