"El cumplimiento de la ley estaba por encima de la convivencia ciudadana". La frase es textual y la ha dicho el coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos, que fue responsable del operativo policial que operó durante el referéndum ilegal del pasado 1 de octubre, durante su declaración como testigo en el Tribunal Supremo.

De los Cobos ha cargado fuerte durante la declaración contra el conseller de Interior Joaquim Forn, el major Josep Lluís Trapero y el cuerpo de los Mossos d'Esquadra, acusándolos de alertar a la ciudadanía de detalles del dispositivo para poder montar los escudos humanos delante de los locales e impedir así la acción de los cuerpos de seguridad del Estado. Y los ha acusado de hacer todo lo posible para favorecer el referéndum y dificultar el trabajo de la Guardia Civil y el CNP.

De hecho, el coronel ha reforzado toda la tesis de la Fiscalía, asegurando que todo fue un concierto entre Govern, Mossos y entidades que hizo posible la celebración del referéndum.

Quien fue el máximo responsable de la coordinación policial, ha afirmado que en una reunión celebrada el 28 de septiembre pidió que se desconvocara el referéndum porque era la manera "más fácil" de evitar desórdenes, ante el temor expresado por el Govern que esperaba miles de personas en la calle.

El coronel ha explicado que desde el Govern mantenían que la convivencia ciudadana era "un bien superior" que no se podía alterar por la actuación policial. Durante la reunión que mantuvo con el exconseller de Interior Joaquim Forn, De los Cobos advirtió que la forma más sencilla de evitar incidentes pasaba por desconvocar el referéndum.

Según fuentes presentes en la declaración, Pérez de los Cobos también ha acusado a los Mossos de actuar como "foco de información" para eludir órdenes judiciales y permitir que se celebrara el 1-O. Ante el juez del Supremo, ha criticado el dispositivo policial de los Mossos, lo ha tildado de insuficiente y ha dicho que no era "operativo" enviar dos agentes por colegio electoral.

En un encuentro que el testigo ha calificado de "tenso", Forn le habría planteado, según las mismas fuentes, que la postura de la Generalitat era que la convivencia se tenía que preservar y que la ley se tenía que aplicar con criterios de congruencia y proporcionalidad en caso de que las fuerzas del orden actuaran durante la celebración del referéndum.

Sobre la desproporción de la actuación policial, y a preguntas de la defensa, De los Cobos ha explicado que sólo tuvo acceso a la parte dispositiva de la orden del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, y no a la parte donde se recomendaba no romper la convivencia, y que por lo tanto no era conocedor de ello. Todo al contrario que el Govern de la Generalitat, que disponía del texto completo, porque tenía cargos imputados con acceso a la documentación del sumario.

Niega los heridos

De los Cobos ha negado los 1.060 heridos. Dice que sólo fueron asistencias.

También ha expuesto que la elección de los colegios donde actuó la policía se hizo con criterios de eficacia. Que los cuerpos de seguridad del Estado no están afectados por la prohibición del Parlament de Catalunya de utilizar pelotas de goma. Que también utilizaron gases lacrimógenos. Y que decidió suspender las reuniones previstas con Mossos el 1 de octubre cuando vio la situación de la mañana. Desconvoca a Guardia Civil y CNP, pero no a Mossos, que se presentan a la reunión y no encuentran a nadie.

El último testigo

El coronel Diego Pérez de los Cobos, alto cargo de la Secretaría de Estado encargado de la coordinación policial del 1-O, ha declarado hoy como testigo ante el juez del Supremo Pablo Llarena en la causa que investiga por rebelión a los líderes del proceso soberanista.

De los Cobos fue el responsable de coordinar la actuación policial ante el 1-O, una jornada en que, según su versión, fue necesario utilizar la "mínima fuerza imprescindible" ante la "resistencia pasiva organizada" y las "acciones de violencia directa" con las que fueron recibidas las fuerzas públicas.

En los diferentes informes que ha puesto a disposición judicial después de lo que pasó el día del referéndum, insiste en la actitud de "absoluta pasividad y nula colaboración" de los Mossos d'Esquadra, que acusa de haber intentado "entorpecer y obstruir" la actuación de la Policía Nacional y la Guardia Civil.

Concretamente, en el escrito que remitió al juzgado de instrucción número 7 de Barcelona, que investiga las cargas del 1-O, ha apuntado que varios agentes de los Mossos "profirieron insultos" contra policías nacionales, a los cuales "llegaron a coger", y que un mando de la policía catalana entorpeció una intervención en el instituto Pau Claris de Barcelona.

Llarena cierra con De los Cobos la ronda de declaraciones que ha escuchado esta semana, en las que han pasado por el Supremo los exconsellers de la Generalitat que dimitieron antes del 1-O y de la declaración unilateral de independencia (DUI) Jordi Jané, Neus Munté, Meritxell Ruiz y Jordi Baiget, y el exdirector general de los Mossos d'Esquadra Albert Batlle.