El ministro español de Exteriores y Cooperación, Alfonso Dastis, ha asegurado este mediodía que la reunión entre Oriol Soler —uno de los miembros del llamado 'estado mayor del procés'— y Julian Assange del pasado 9 de noviembre era para "intentar intervenir, manipular y afectar a lo que tiene que ser el desarrollo democrático natural en Catalunya".

Así lo ha confirmado Dastis, al entrar a la reunión con sus homólogos europeos este lunes en Bruselas. "Hay muchos indicios que apuntan que este señor y otros tienen estas intenciones", ha precisado.

Más tarde, en conferencia de prensa, el jefe de la diplomacia ha considerado probado que la reunión entre Soler y el fundador de Wikileaks quería favorecer el movimiento independentista catalán. "Ya me dirá usted si, como decía una antigua profesora mía, no es un parecer que no repugna a la razón de que hayan tratado este tema sabiendo de qué pie cojea Assange y la vinculación ideológica de Soler", ha expresado.

Injerencia rusa

Dastis ha señalado hoy que teme que se repita en los comicios de Catalunya del próximo 21 de diciembre la injerencia a través de internet procedente de territorio ruso, detectada en procesos electorales en otros países.

"Es temprano para eso pero a mí no me extrañaría", ha indicado Dastis en una rueda de prensa durante un Consejo de Ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE), preguntado sobre si se espera un mayor incremento de la actividad de desinformación proveniente de Rusia de cara a las elecciones catalanas. "Seguiría una pauta que ha ocurrido en otras elecciones", ha dicho Dastis.

En el caso de las desinformaciones en internet relacionadas con Catalunya, el jefe de la diplomacia española ha afirmado que "no nos consta formalmente que el Gobierno ruso esté detrás de eso, pero sabemos que este tráfico viene de redes que tienen su punto de propagación en Rusia". "Esta información la hemos compartido con las autoridades rusas", ha añadido.

El debate ha concluido sin decisiones ni el compromiso de aportar recursos para frenar estas injerencias, aunque algunos de los países han abogado por "desarrollar esfuerzos" que permitan aumentar la contribución de cada uno tanto en términos financieros como humanos. Una disposición expresada también por España, pero sin detallar, a la espera de "analizar el contexto" de las posibilidades, ha explicado Dastis.