Esta madrugada la CUP ha hecho público un documento, que se tiene que debatir de cara a la próxima asamblea nacional del 22 de mayo, en el que proponen presionar al Govern con un ultimátum para que dé “un paso claro hacia la ruptura” cuando haga un año de la investidura, es decir, antes del 10 de enero del 2017.

El documento de trabajo, enviado a la militancia, esgrime la estrategia seguida hasta ahora y marca cuáles tienen que ser las líneas que tiene que seguir en un futuro inmediato. El texto es todavía una primera propuesta, ya que está en fase de discusión entre los colectivos territoriales, pero ya marca un claro ultimátum al Govern del president Carles Puigdemont para mantener su acuerdo.

“Si el 10 de enero de 2017 –cuando hará un año de la investidura– Junts pel Sí no ha dado ningún paso claro en el camino hacia la ruptura, la CUP tendría que organizar una conferencia nacional para iniciar el proceso de denuncia del fraude de los 12 meses de Govern y el inicio de un cambio de paradigma”. Así de contundente se muestra la formación anticapitalista en el texto, y además, reclaman que este paso sea “algo palpable que vire también en el discurso público y político de contención”.

Ruptura del acuerdo

La CUP también esgrime en qué escenarios habría que romper precipitadamente el acuerdo. "Las líneas rojas para mantener el acuerdo tienen que ser la no vulneración fehaciente de nuestros principios políticos". Además, el acuerdo también se podría romper si hay "cualquier paso hacia atrás en el ámbito de la construcción de la República catalana" y especialmente después del verano, cuando ya habrán pasado los primeros "seis meses de adaptación". 

La CUP se define como "tensor público del pacto" y como a garante de la estabilidad acordada y, por lo tanto, asegura que podrá "obligar al Govern a avanzar" en la ruptura, o "en caso de que no lo haga, ilustrar las contradicciones".

Con respecto al acuerdo de legislatura de 18 meses, la CUP también asegura que el pacto se puede romper unos meses antes del acuerdo si ya se intuye que no se cumplirá al final del periodo marcado. En este sentido, el documento de la CUP propone que "si al final de los 18 meses Junts pel Sí no ha cumplido con la declaración del 9N", y matiza que eso ya se sabrá "un par de meses antes", la CUP puede formalizar el final del acuerdo y explicar todos los puntos de incumplimiento de manera pública y transparente".