Hasta tres veces ha dicho que no la CUP a la Conselleria de Economía cuando el departament que encabeza Oriol Junqueras ha pedido los últimos días encuentros para empezar a negociar los presupuestos, según ha podido saber El Nacional. La razón que aducen los cupaires es que no tienen intención de sentarse a negociar hasta que el president, Carles Puigdemont, les reciba.

El diputado de este grupo, Benet Salellas, pidió públicamente el pasado 19 de julio una reunión con el president antes de las vacaciones de verano para abordar la cuestión de confianza a que Puigdemont se tendrá que someter el próximo 28 de septiembre. Salellas que propuso el encuentro desde el atril del Parlament vinculó el voto de los cupaires a la convocatoria de un referéndum unilateral, pero no a la aprobación de los presupuestos, tal como reclama Junts pel Sí.

Sin reunión

Desde Presidència se respondió, también públicamente, aceptando la reunión. No obstante, el paréntesis vacacional ha empezado sin que Puigdemont haya convocado a los cupaires. De hecho, el president dejó claro cuando anunció que se sometería a la cuestión de confianza que no pensaba pactarla previamente.

La portavoz de la CUP en el Parlament, Anna Gabriel, advirtió el sábado al Govern que si insiste en vincular los presupuestos a la moción de confianza, el voto de la CUP se puede complicar y acabarán dejando una vez más la decisión en manos de las bases.

También la diputada Eulàlia Reguant, que encabezó la negociación presupuestaria por parte de la CUP, insistía ayer que el nuevo secretariado nacional de esta formación “continuará un trabajo que ya existe”, por lo cual pidió a Puigdemont que separe el debate de los presupuestos de la cuestión del dia 28.

Tres mails

En este contexto, desde la Secretaria de Economia, que encabeza Pere Aragonès, se habría enviado tres correos a las negociadoras cupaires, según fuentes del Govern, proponiéndoles celebrar reuniones para negociar los presupuestos. Y una tras otra, han sido rechazadas.

La complejidad de elaborar unos presupuestos exige avanzar los trabajos para tener preparado el proyecto a tiempo. Además, el pasado mes de junio cuando la enmienda a la totalidad de los cupaires tumbó los presupuestos del Govern, desde aquel grupo se echó en cara al Ejecutivo que no había pactado la cuentas antes presentarlas. Economía va aseguró entonces que se les había ofrecido negociar el proyecto pero la CUP optó por enmendarlos durante el trámite parlamentario.

La presidencia de Puigdemont depende de que pueda superar la cuestión de confianza el 28 de septiembre. El jefe del Ejecutivo anunció que se sometería a esta votación después de que la CUP no retiró su enmienda a la totalidad de los presupuestos e hizo caer las cuentas que el Govern había tramitado en la Cámara catalana. Si el Parlament no aprueba la cuestión de confianza, se tendrán que convocar elecciones a principios del próximo año.