El documento de trabajo de la CUP hace también un repaso de la situación política actual del Estado español. En concreto, analiza el papel de Podemos que renueva y actualiza la propuesta de izquierdas, pero "manteniendo como criterio la unidad del Estado y sin abanderar propuestas anticapitalistas". En este sentido, los cuperos fijan posición. Consideran que a pesar del ascenso de la formación de Pablo Iglesias, la coyuntura política dibuja un "Estado prisión de pueblos que difícilmente acogerá un proceso de ruptura".

Para hacer frente a esta situación, la CUP traza en el documento una estrategia muy concreta. Básicamente estrechar lazos con el resto de fuerzas de izquierdas y anticapitalistas del Estado. "La alianza entre los movimientos revolucionarios de las naciones sin estado sigue siendo imprescindible". Por este motivo, apuestan por "seguir tejiendo complicidades" con EH Bildu con el fin de crear poder popular.

En este sentido, los cuperos argumentan que a pesar de los resultados electorales del último año, donde Bildu ha perdido bastante en favor de Podemos, "la salida de la prisión de Arnaldo Otegi y y el replanteamiento de su estrategia política siguen siendo bases para un proyecto político de futuro" en el País Vasco.

"La candidatura de Otegi a lehendakari a las elecciones del otoño de este año puede cristalizar en la apertura de un frente independentista mayoritario en Euskal Herria que retroalimente el catalán y coloque el Estado español en una posición de todavía más blindaje político y de aumento de la represión", recoge el texto que se debatirá en la Asamblea nacional del 22 de mayo. En este sentido, la CUP considera que "la cuña vasca y la catalana" pueden favorecer un escenario más propicio a la independencia y la satisfacción de los intereses de las clases populares.

La CUP también quiere reforzar las relaciones con la izquierda independentista de Galicia. No obstante, su estrategia apunta también hacia el bloque nacionalista gallego BNG, dado que el independentismo también tiene cierto calado entre su militancia, especialmente en su sector juvenil Galiza Nova. "Tejer complicidades con el BNG, mientras se dialoga con Anova y se mantiene el trabajo con el conjunto de la izquierda independentista vasca, tendría que ser nuestra estrategia", concluye el documento.