El domingo, Manresa será otra vez el "corazón de Catalunya". Gracias a la CUP. Esta definición de la capital del Bages es utilizada por los que los cupaires asignan el "tietisme", nombre genérico para referirse a la biosfera convergente y que muestra, digámoslo todo, su relación fraternal, inevitable en un país tan pequeño como este.

El domingo, el mundo político estará con el corazón en un puño para ver cómo el día del Señor más de 1.600 cupaires concelebran una misa libertaria para meditar sobre la Virgen del Procés. Dos meses después de las elecciones, el cosmos cupaire se reencuentra en una jornada de debate en el pabellón Nou Congost de Manresa, la pista de baloncesto que acredita con sudor y lágrimas que en Catalunya hay vida en el deporte profesional más allá del Barça y del Área metropolitana.

Mas sí, Mas no

El domingo será largo. Los sectores, corrientes, familias, diputados, exdiputados, secretariados, consejeros políticos amigos, conocidos y saludados se encontrarán para escucharse, debatir, aguzar el oído y, si es el caso, decidir. Dicen sus responsables que será una jornada de debate para "valorar la estrategia de la comisión negociadora con Junts pel Sí y estudiar el camino a seguir". Lisa y llanamente, si invisten a Mas o no y si lo hacen en qué condiciones y cuándo (antes o después de las elecciones españolas).

A este domingo se llega tras semanas de conversaciones, declaraciones, contradeclaraciones y de tres días de reuniones en las 13 territoriales que dejan un panorama de debate vivo, intenso y contundente en las filas de la izquierda anticapitalista indepe. La CUP hará terapia de grupo para decidir si aceptan la responsabilidad y deciden hacerse mayores de golpe o si esperar unos cuantos años más picando piedra en la "coherencia" y en la trinchera municipal.

Horario y programa

El domingo arrancará con un informe de la comisión negociadora, seguido de una valoración de cada uno de los diputados y miembros del Secretariado Nacional, órgano puente entre el Consejo Político, vinculado directamente a las territoriales, y el grupo parlamentario de la CUP-CC. La mañana acabará con una intervención de cada una de las territoriales presentes.

El domingo, después de la pausa para comer, la organización celebrará un "macrodebate" abierto a todos los asistentes. La jornada se cerrará a las seis y media de la tarde con unos "parlamentos de clausura abiertos a los medios de comunicación, que resumirán y recogerán el espíritu del debate". Todo muy pautado para mantener la tensión política que tanto gusta al público catalán.

Sin votación

"El domingo no se celebrará ninguna votación de escenarios", aseguran desde la CUP-Crida Constituent. "El debate es consultivo y busca cohesionar las bases", apunta la convocatoria. Es decir, terapia de grupo para "reforzar el apoyo a la comisión negociadora con JxSí en un momento que la tensión política y mediática sobre la organización dificulta la toma de decisiones de abajo arriba" típico de la CUP.

El domingo, según la misma organización, "las decisiones tomadas en el debate no tienen carácter definitivo", cuando se llegue a un acuerdo lo llevarán a la asamblea. La misa será larga, como un día sin pan –o como lo son todas las etapas del procés–.