JxCat, ERC y los comuns han expresado este viernes su voluntad de acabar con el 155 y formar Govern. Así lo han votado este viernes a través de una propuesta de resolución presentada por Esquerra de la que la CUP se ha desmarcado al considerar que el texto no hacía referencia a la "voluntad expresada el 1 de octubre". La propuesta también exigía la liberación "inmediata" de los presos y el retorno de los exiliados, a lo que la CUP sí que ha votado a favor junto con JxCat, ERC, los comunes.

La propuesta de resolución de ERC, que ha quedado aprobada en su conjunto, pide la liberación inmediata de los presos políticos y el retorno de los exiliados, así como también la voluntad de recuperar urgentemente las instituciones y acabar con el 155. Además, también denuncia la vulneración de derechos y "el abuso y la desproporción de actuaciones policiales y de acusaciones administrativas y penales con el fin de perseguir y criminalizar la disidencia política". También hace una defensa a la libertad de expresión y manifestación, además de dar apoyo a las iniciativas jurídicas iniciadas por el Parlament contra esta situación.

La CUP ha aprobado varios puntos de la propuesta, pero ha votado en contra en el punto de la formación de Govern porque el texto no hacía referencia del 1 de octubre y porque los republicanos han rechazado sus enmiendas. Durante el debate de la propuesta de resolución, la diputada de la CUP Natàlia Sànchez y la republicana Anna Caula han protagonizado un rifirrafe cuando la cupaire ha acusado a ERC de ser autonomista y ha criticado que Caula estuviera riendo desde su escaño, un extremo que la republicana ha negado.

CUP Parlamento Robeto Lázaro

En el turno de réplica, Caula ha querido volver a extender la mano a la CUP y ha defendido que el "compromiso" de los republicanos con la autodeterminación. Además, la diputada de ERC ha defendido el papel de su partido al permitir que se pudiera realizar el 1-O. Sànchez le ha contestado que el 1-O no fue de los políticos sino "de la gente".

Unanimidad por el rechazo a la violencia

A pesar de los reproches constantes durante el debate, la propuesta de ERC también ha servido para que la cámara, unánimemente, haya rechazado la violencia y haya hecho una "defensa de la actuación y canalización de las reivindicaciones políticas por vías democráticas y pacíficas". Además, los socialistas también se han sumado en el punto en que se defendía "la libertad de expresión, de manifestación, de reunión, de participación y asociación, así como con la lucha de la no-violencia."

Este amplio consenso, sin embargo, no ha evitado que Cs y PP hayan criticado duramente a los independentistas, a los que han acusado de vivir en "mátrix" y de tener a todo Catalunya pendiente del "mesías Puigdemont" y de sus ocurrencias. Por su parte, el PSC ha criticado tanto el gobierno del PP como los independentistas, acusándolos de haber llegado hasta aquí. "Ojalá no hubiera ningún político exiliado, pero ojalá no se hubieran saltado el Estatuto ni hubieran hecho la declaración de independencia", ha sentenciado el socialista Òscar Oreig.

La diputada Elisenda Alemany, de Catalunya En Comú Podem, ha denunciado que Cs y PP son "un auténtico peligro para la democracia", pero también ha criticado que JxCat y ERC sigan bloqueando Catalunya" sin formar Govern y han apostado por hacer un frente más ámplio para parar "la deriva autoritaria" del Estado.

Finalmente, los independentistas han hecho uso de su turno de palabra para volver a denunciar la "persecución política" de un Estado "agresivo y sin alma" que, en palabras de la republicana Anna Caula, prioriza "la unidad de la patria" a los "derechos humanos y fundamentales".