La CUP ha denunciado ante la Mesa del Parlament que en las sesiones plenarias es objeto de "increpaciones, acusaciones, descalificaciones e insultos" continuados y sistemáticos por parte de diputados de Cs y el PP. Además, el diputado de la CUP Benet Salellas ha denunciado la existencia de una "estrategia muy clara del PP y el aparato del Estado para intentar desfigurar la imagen de la CUP y vincularla con violencia y desorden". A su juicio, el objetivo es "construir un escenario que en un futuro permita establecer acciones incluso legales o judiciales contra la CUP". "Nos hace sospechar que hay una voluntad del gobierno de Madrid de criminalizar la CUP por vía estas cloacas del Estado y borrarla del mapa por vías no democráticas ", advirtió.

Por eso, la CUP ha hecho llegar formalmente al órgano rector de la Cámara catalana un escrito para alertar que Cs y PP tienen una "clara intención de crear un clima de criminalización" del movimiento anticapitalista. La CUP vincula la actitud de Cs y "muy especial y rotundamente la del PP" a una estrategia del Estado contra la izquierda independentista, y avisa de que no descarta emprender iniciativas políticas para frenarla.

Asimismo, defiende que está actuando democrática y legítimamente sobre la base de sus objetivos y planteamientos políticos, y con el "convencimiento firme" que actúa de acuerdo con el mandato electoral surgido de los comicios del 27 de septiembre de 2015. "La CUP seguirá trabajando de forma democrática, incansable, constante y, si es necesario, desobediente con leyes e instituciones que considera injustas, ha avisado".

Organización violenta

En el escrito a la Mesa, la CUP pone énfasis en las "graves afirmaciones" de diputados del PP que en el último pleno calificaron a los cupaires de organización violenta. Señala que estas acusaciones no son nuevas pero "están adquiriendo un evidente carácter sistemático [...] que denota una clara intención de crear un clima de criminalización" de la izquierda independentista.

En su opinión, Cs y PP están llevando a cabo "la conocida mala práctica de repetir una mentira mil veces hasta que ésta se convierte en un rumor con credibilidad", en el marco de una estrategia del Estado contra la CUP. Por todo ello, traslada a la Mesa su inquietud hacia estas actitudes en los plenos del Parlament, que "tienen más cobertura mediática que otras convocatorias de otros órganos o comisiones".