Hace días que la CUP se está hartando con el Govern de la Generalitat. Y las últimas actuaciones de los Mossos d'Esquadra para disolver los disturbios de los últimos días han sido un detonante. Los anticapitalistas han reprochado al ejecutivo Torra-Aragonès que "se autocensure" para proteger "a cualquier precio" el autogobioerno, en una intervención contundente de su portavoz en el Parlament, Carles Riera.

El diputado ha iniciado la réplica al president expresando la solidaridad de su grupo con todos los que "sufren el brazo de la violencia policial desatada" y ha hecho un llamamiento a perseverar en las movilizaciones que "están desbordando el soberanismo autonómico". En ese sentido ha evidenciado el cabreo de su partido por "la oleada de violencia policial perpetrada codo con codo con el Departamento de Interior". O sea, en connivencia con el Govern de la Generalitat. 

Esta semana la CUP se ha quedado sola en el flanco independentista en el intento de forzar una votación en el pleno de este jueves que afianzara en una resolución —con efectos jurídicos— el compromiso con el derecho a la autodeterminación y defendiera la amnistía. Junts per Catalunya y ERC han impuesto prudencia y finalmente se ha optado por una comparecencia únicamente declarativa. Y eso ha indignado a los cupaires, que critican que el Govern prefiera "preservar las instituciones" en vez de preparar "la resistencia contra el Estado".

Riera ha insistido en que "la autodeterminación es un derecho irrenunciable" y que "sólo" se puede ganar "desde la movilización popular masiva y la desobediencia civil".