Cada vez que la CUP tiene sobre la mesa un debate, sus sectores se posicionan públicamente, básicamente Poble Lliure y Endavant-OSAN. Pasó con la investidura, también con los presupuestos, y ahora, es el turno de la cuestión de confianza. Aunque los cuperos ya han consensuado la propuesta política 'Enfilem-nos', trabajada en las territoriales y que trasladarán directamente al presidente Carles Puigdemont, ayer a última hora de la tarde, Endavant-OSAN, una de las almas más críticas con el acuerdo de JxSí, publicó un comunicado, bajo el nombre 'Reflexiones sobre la situación actual del proceso soberanista en el Principado" donde reclama a la izquierda independentista, y por lo tanto a la CUP, que haga "una denuncia clara del procesismo" y que además apueste "por materializar la ruptura de forma inmediata".

Es en este marco, y a la espera de que empiecen las negociaciones entre los cuperos y el Govern, que la organización Endavant-OSAN, de la cual forma parte la diputada Anna Gabriel, pide que la CUP sea "inflexible a la hora de exigir que se materialice la ruptura independentista en el Principado que las urnas refrendaron el pasado 27 de septiembre, y que eso sea antes de junio de 2017". Todo, después de que desde el Partit Demòcrata Català, la coordinadora general Marta Pascal dejara claro este fin de semana que la CUP "no está en disposición de poner condiciones".

Para Endavant-OSAN, "el plazo es importante" porque consideran que cuanto más avanzan los meses, "más avanza la desmovilización". Y por lo tanto, las opciones de ruptura disminuyen, sostienen. Es más, advierte que la izquierda independentista "no puede seguir dando crédito al proceso", si la opción de ruptura no se materializa antes de esta fecha.

Una manera de materializar esta desconexión sería a través del Referéndum Unilateral de Independencia (RUI). Una herramienta que Endavant-OSAN celebra y ve con buenos ojos por la "carga rupturista y de enfrentamiento real con el estado". "El referéndum unilateral tiene la virtud de plantear la desobediencia como una condición indispensable para poder conseguir la independencia. Asimismo, valoramos positivamente que sus promotores hablen abiertamente de derecho de autodeterminación y abandonen la retórica del derecho a decidir", recoge el texto.

No obstante, Endavant advierte que sin este acto de ruptura, todo lo que derive en torno al Procés Constituent y de la hoja de ruta "se convertirá en una herramienta al servicio del procesismo" con un único objetivo: "continuar la campaña de acumulación de fuerzas para una regeneración a medio plazo del reparto del poder en el estado".

El tema es que esta organización siempre se ha mostrado desconfiada con la voluntad real de Convergència de sacar adelante el proceso independentista. De hecho, en el comunicado, considera que estos últimos cuatro años demuestran que el bloque dominante (JxSí) "tiene como línea roja los parámetros legales", y además, que "no está dispuesto a poner en riesgo su posición social dirigente y su inserción en las estructuras del capitalismo europeo".