La CUP ha decidido abrirse en canal para explorar qué está fallando en el partido y seguir siendo una herramienta útil para el país y sus clases populares. Repensar, reflexionar, hacer autocrítica. Son las fórmulas más repetidas a lo largo de los últimos meses por parte de sus principales dirigentes. En medio de este proceso de reestructuración que empezó pasadas las elecciones municipales, que implica todos los niveles y que alcanza todo el territorio, vuelve a irrumpir el debate sobre la conveniencia o no de presentar candidatura a las nuevas elecciones españolas, las del 10-N.

Según ha explicado desde el Secretariado Nacional Eulàlia Reguant, el aparato de dirección de la CUP todavía no ha recibido la petición formal para empezar esta discusión. Con todo, reconoce que cuando en marzo pasado optaron por no concurrir a los comicios del 28-A, estos que han acabado siendo inútiles porque no se ha podido formar gobierno en España, aunque la mayoría prefirió que no, "mucha parte de la militancia era partidaria de presentarse". De hecho, a pesar de la decisión que adoptó el partido, un sector de la CUP se desmarcó. De la mano del Partido Pirata y Som Alternativa, Poble Lliure construyó una lista liderada por Albano Dante Fachin que se quedó muy cerca de obtener representación en el Congreso, con 110.000 votos.

"Ahora, si la militancia de la CUP quiere participar, habrá el debate pertinente", adelanta Reguant. Esto significa que tocará volver a someterlo a votación de sus miembros. Según fuentes de Poble Lliure, la intención sigue siendo la misma, y por ello la idea es repetir el mismo proceso que en la primavera pasada y comprobar si esta vez la mayoría cambia de opinión. Eso sí, si la CUP vuelve a descartar presentarse, volvería a explorarse la alianza con el Front Republicà.

En cualquier caso, lo que sí tienen claro los anticapitalistas es que los hechos han acabado demostrando que las estrategias tanto de Podemos como de ERC han resultado fallidas, porque sólo han servido "para legitimar esta falsa centralidad del partido socialista, que de progresista no tiene nada y que representa el régimen en toda su magnitud." Por eso, argumentan que "no se puede compartir ni la política de Podemos de llegar a un acuerdo a cualquier precio ni la de ERC de 'que viene la derecha'".

Colau "ahoga un poco más cada día"

Éstas han sido las palabras de Reguant durante la rueda de prensa de presentación del proceso de reflexión interna que, en el marco de la reestructuración general del partido inicia también la CUP Barcelona y que han bautizado como "proceso vector". Fruto de los malos resultados de las municipales de mayo, que les dejaron fuera del Ayuntamiento de Barcelona, ahora han decidido arremangarse para "recoger las críticas".

El objetivo último es "redefinir nuestra herramienta para que sea útil para las clases populares de esta ciudad", ha explicado la exconcejala Maria Rovira. Para ello, durante el mes de octubre se celebraran asambleas abiertas en los barrios de la ciudad enriquidas con la participación de movimientos sociales. 

Los cupaires acusan a la alcaldesa Colau de haber perdido su alma de activista, de estar encabezando un gobierno que "ahoga un poco más cada día", tanto en materia de desigualdades sociales, como con respecto a la seguridad o la emergencia por contaminación. En este sentido el excandidato Jordi Magrinyà ha criticado que "se siga sin tocar el turismo ni los cruceros", así como la decisión de crear nuevas plazas de agentes de la Guardia Urbana. Sobre seguridad, la CUP, que ha bautizado a Albert Batlle como el sheriff, reprocha a los comunes que dejen manos libres al PSC para actuar en ese terreno.