La CUP observa con preocupación como el discurso del Estado se dirige de manera clara a atacar al grupo anticapitalista. Así lo ha alertado hoy mismo la diputada Anna Gabriel durante la reunión que han mantenido los partidos favorables al referéndum con el president, Carles Puigdemont, y posteriormente al comparecer ante los medios.

"Nos empieza a inquietar este relato represivo, esta construcción del enemigo que se está haciendo sobre la CUP", ha admitido Gabriel desde el atril de la Generalitat.

El sábado pasado el presidente español, Mariano Rajoy, dedicó una mención especial a los cupaires durante su intervención en la clausura de la reunión anual del Cercle d'Economia. Rajoy interrogó a los presentes, un auditorio de perfil eminentemente económico, si consideraban "normal" llegar al nivel de "radicalismo" que representa dejar decisiones de la trascendencia del debate que se plantea en Catalunya "en manos de unos extremistas como la CUP".

No era una referencia nueva. Como tampoco lo ha sido la que les ha dedicado hoy mismo la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, durante la intervención que ha protagonizado este mediodía previa a la reunión de los partidos soberanistas. Se trata de un discurso recurrente desde el Estado que singulariza los ataques contra los cupaires y su discurso más radical, lo cual ha empezado a disparar las alarmas dentro de la formación anticapitalista.

Desde la CUP no hay duda de que estas referencias obedecen a una estrategia clara desde el Gobierno español. La construcción de un relato que después justifique las medidas represivas que posteriormente quiera poner en marcha el Estado.

"Hemos querido alertar sobre esta cuestión porque nos parece que no corresponde, esperamos, que ningún partido o espacio político o social que se llame defensor de la democracia le haga el juego a esta construcción que hace el Estado español", ha alertado Gabriel.