La CUP ha cargado con dureza contra el presidente Pere Aragonès en el debate de política general. La diputada Laia Estrada ha lamentado que "el epicentro" del debate en el Parlamento se sitúe en Madrid y ha reiterado la advertencia de que "la amnistía tiene que ir ligada a la autodeterminación" si el objetivo del Govern es buscar una solución al conflicto de Catalunya con el Estado. "La salida política conflicto no puede ser solo antirrepresiva", ha defendido, y ha advertido que "ningún Gobierno se abrirá al derecho a decidir libremente de Catalunya". En este sentido, la CUP ha acusado a tanto ERC como Junts per Catalunya de "renunciar a hacer políticas soberanistas y transformadoras" y alinearse con los intereses del Estado español para conseguir mejores condiciones económicas.

En la réplica, Aragonès ha reconocido que "solucionar la represión no hará desaparecer el conflicto político", porque la razón del conflicto es la soberanía, pero ha defendido la amnistía como un primer paso para hacer una realidad la posibilidad de que Catalunya decida en una votación su futuro. Con todo, ha defendido el uso de los mecanismos parlamentarios más allá de la movilización popular y ha alargado la mano a la CUP para "fortalecer el proyecto" del independentismo y "generar las condiciones para que sea posible conseguir la República Catalana. "Trabajar conjuntamente requiere flexibilidad por parte de todos, nosotros estamos dispuestos", ha dicho a los cupaires. En la contrarréplica, el diputado Carles Riera ha planteado de nuevo la existencia de dos caminos definidos por la defensa o la renuncia de la soberanía. "Sin autodeterminación, la amnistía no es otra cosa que una ley de punto final que salva los muebles al Estado ante los tribunales europeos", ha remachado.

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La CUP acusa al Govern de "convertir el Parlament en una Diputación provincial"

Estrada ha lamentado que Junts y ERC se apunten a intentar "regenerar el Estado español" con el objetivo de conseguir un "nuevo encaje de Catalunya" y "mejoras condiciones económicas" para la patronal catalana, y ha defendido que única vía es "hacer saltar por los aires el régimen" que representa el Estado. Por otra parte, ha acusado de "cinismo" al Govern por pedir la amnistía y al mismo tiempo ser la acusación particular en varios casos contra activistas independentistas. "Retiren las acusaciones que mantienen desde la Generalitat", ha exigido.

La CUP ha reconocido una parte de responsabilidad que ha llevado a la situación actual, y ha defendido que las condiciones para negociar un referéndum solo se darán con "más organización y capacidad movilizadora en la calle" y también con políticas que disputen la soberanía en el Estado y mejoren las condiciones de la clase trabajadora. En este aspecto, ha cargado contra ERC y Junts por no garantizar el derecho a la vivienda, defender el catalán en la escuela, internalizar trabajadores de servicios públicos o hacer frente al cambio climático.

"A pesar de que el Parlamento debía tener una mayoría independentista y de izquierdas, se ha convertido en una Diputación provincial", ha lamentado Estrada, que ha acusado a Aragonés de seguir un modelo de país "desarrollista" con políticas que beneficien a las grandes empresas y a los ricos. "La acumulación por parte de unos pocos con un gobierno de izquierdas es el terreno abonado que necesita el fascismo", ha advertido la diputada cupaire.

Ante este escenario, la alternativa planteada por la formación capitalista es impulsar "políticas transformadoras" que "desborden los muros" de la autonomía, del Estado y de la UE. Como primer paso, el diputado Carles Riera ha retado al Govern a volver a aprobar la ley de vivienda catalana y "asumir el conflicto" que supone con el Estado. Con todo, los cupaires se mostraron pesimistas con que Aragonés pueda cambiar de rumbo lo que queda de legislatura, por lo que aseguraron que buscarán las transformaciones desde "fuera de las instituciones".