La delegada del gobierno español en Catalunya, Teresa Cunillera, ha pedido a los Mossos d'Esquadra que le informen de las actuaciones que hicieron para comprobar que la pancarta de la plaza Catalunya durante el homenaje del 17-A no era peligrosa para los asistentes al acto, y en especial para las altas autoridades del estado.

En una carta dirigida al director general de la policía catalana, Andreu Martínez, Cunillera dice que la gran pancarta, que tapaba tres ventanas con visión directa sobre los asistentes, podía esconder "mecanismos de agresión" a los asistentes.

En la carta, Cunillera dice a Andreu Martínez que aunque la seguridad del acto correspondiera a los Mossos, la protección del rey, del presidente español y de otras altas autoridades del estado correspondía a la Guardia Civil y la policía española, cosa que "comporta que cualquier elemento potencialmente peligroso para la seguridad del acto requería de la evaluación y decisión pertinente de forma coordinada".

Por eso, considera que "la presencia de una pancarta de grandes dimensiones que cegaba totalmente al menos tres ventanas que estaban en la línea de visión del acontecimiento, supuso una grave amenaza para la seguridad de los asistentes".

En este, sentido reitera la demanda para conocer "cuáles fueron las actuaciones dirigidas a asegurar la seguridad de los asistentes al acto en relación a garantizar la neutralización del espacio referido" y saber "si se efectuaron las comprobaciones oportunas, dentro de su ámbito competencial, para asegurar que la pancarta no podía ser utilizada como tapadera de mecanismos de agresión a los concurrentes al acto".